Los líderes juveniles de los partidos en Aragón están entre la veintena y la treintena, todos han ido a la universidad y, o trabajan, o continúan con su formación. Ninguno está en el paro. Son dos mujeres y seis hombres. Algunos se conocen tras llevar varios años en política y otros acaban de aterrizar en el cargo.

Los responsables de la juventud del PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos, PAR, CHA, IU y Vox se alejan del boceto de trazo grueso que a veces se hace de las personas de su edad, despreocupadas en la crisis del covid-19. Están comprometidos con su presente y su futuro, con la política como el arte de «hacer avanzar a la sociedad» y mejorar el entorno en el que vivimos. Tienen liderazgo, ideales y valores. Reivindican el ejercicio de la política colaborativa y se muestran preocupados por la polarización. Todos fueron «delegados de clase» alguna vez. Y aunque la desafección política gana terreno también en su entorno y les llueven frases como dónde te has metido, están seguros de haber dado el paso correcto.

POLÍTICA NACIONAL - La polarización aleja a los ciudadanos

POLÍTICA NACIONAL - La polarización aleja a los ciudadanosEl comienzo de la polarización tiene distintas fechas según para quién. Daniel Martín, recién elegido presidente de Juventudes Socialistas en Aragón, lo fecha en el 2018, con la moción de censura a Rajoy y el posterior ascenso de Vox. «Es preocupante el tono de crispación, violencia verbal y discurso de odio que al final se puede normalizar también entre la población», afirma Martín. Para Tatiana Gaudes, presidenta de Nuevas Generaciones del Partido Popular en Aragón, del que forma parte desde hace una década, la crispación llegó a la política «con el auge de Podemos, con los escraches, donde se despersonalizaba a la persona y al final todo valía».

Mientras, Marcos Remiro, responsable de Juventud de Podemos y benjamín entre los líderes juveniles aragoneses, defiende que Podemos luchaba «contra un Gobierno corrupto y contra las políticas de recortes austericidas» y que es ahora «la derecha la que no aguanta no estar en el poder». Para Victoria Bergua, responsable de Jóvenes de Vox de Zaragoza, la polarización responde a que «todo el pensamiento que se consideraba de sentido común hace una década, ahora se tilda de extremista». Alejandro Poy, presidente del Rolde del PAR, dice que «todo el clima de enfrentamiento lo propician los propios partidos, que viven de la confrontación y se aprovechan de una sociedad dividida».

Todos alertan que será muy difícil romper la dinámica. «Es complicado salir de la confrontación, por eso estoy convencido de que el centro es más necesario que nunca», afirma Xisco Millán, responsable de Comunicación de Jóvenes de Cs Aragón.

También Daniel Yoldi, de Jóvenes Izquierda Unida, cree que la crispación no va a cambiar. «Cada uno busca su hueco y parece que la única forma de encontrarlo es decir más burradas que el otro», asegura. Como Borja Lera, Coordinador Nazional de Choventut Aragonesista, que cree que «los políticos no están a la altura de un momento tan difícil como la pandemia. Prima más el circo de cambiarte de partido que el bienestar de los ciudadanos». También están de acuerdo en que la consecuencia de este ambiente es la desafección política. «Al tener una sociedad polarizada dejamos de lado lo realmente importante: solucionar fácilmente la vida de los ciudadanos», resume Gaudes.

LÍDERES - ¿Nuevos liderazgos, mejores formas?

La solución al problema no pasará por líderes más jóvenes con ideas más frescas, afirman todos, ya que observan la crispación como un problema «global», con ejemplos destacados como el de Trump en Estados Unidos. «Los líderes de nuestros partidos están todos en la cuarentena, así que son bastante jóvenes también», puntualiza Millán, que cree que lo que faltan son «ideas jóvenes».

«No creo que si ahora llegamos todos nosotros a un parlamento, se convierta en un remanso de paz, pero tenemos que dejar de ver como algo extraordinario que personas de distintos partidos se alegren por que les vaya bien a sus adversarios. La política del día a día es trabajo en equipo», insiste Gaudes.

Yodi también reclama que se atienda más a la política del entendimiento que a la de la confrontación. «Los jóvenes de los partidos en Aragón colaboramos y el clima es de arrimar el hombro», explica. Poy pone el foco en la política de cercanía, la que se ejerce en los ayuntamientos como el de Belver de Cinca, donde es concejal desde hace 8 años. «Se hace mucho bien a la sociedad desde la política y eso no se ve porque nos centramos en los discursos enfrentados», señala.

ARAGÓN - Tierra de pactos, sosiego en pandemia

Los representantes juveniles coinciden: las grandes instituciones en Aragón han peleado por el consenso, principalmente tras el tsunami de la primera ola de la pandemia. «Aragón siempre ha sido tierra de pacto, tenemos ahora un Gobierno que está funcionando correctamente y es una amalgama de partidos de todas las clases; no estamos tan mal», defiende Poy. Gaudes saca pecho de las mesas de diálogo en el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, «las primeras del país». Y el socialista Martín destaca la capacidad de consenso de Javier Lambán. Esos gestos, aseguran, han dado «sosiego» en la pandemia.

Los jóvenes - Sin trabajo no hay futuro

Los líderes del futuro en Aragón saben que los problemas que hoy les aquejan a los jóvenes de su edad aquejaron también a las generaciones anteriores. Paro, dificultad de acceso a una vivienda y a la emancipación. Y una incertidumbre constante tras dos crisis económicas cuando debían ingresar en el mercado laboral que eleva los problemas de salud mental. «Somos una generación que no se resigna, pero a la que tampoco se le están poniendo las cosas fáciles», resume Gaudes. Martín piensa que se está trabajando para paliar alguno de estos problemas. «Se ha incrementado el parque de vivienda pública y el Instituto aragonés de la Juventud inicia una consultoría sobre bienestar emocional para jóvenes», indica.

Para Remiro, «la crisis del covid puede ser una oportunidad para buscar soluciones, pero hace falta voluntad y valentía para desmontar inercias de décadas» y cree que «los problemas de la juventud son los de la sociedad, pero por desgracia, amplificados». Poy plantea soluciones al tema de la vivienda, como la creación de una «bolsa de viviendas privadas gestionadas desde un organismo público».

Y todos coinciden en la importancia de acompasar el sistema formativo y el mercado laboral. «Tenemos que lograr que el talento se quede en Aragón», reflexiona Lera. Y Yoldi lamenta que la juventud «no está en la agenda política porque no tenemos peso para votar: hay 9 millones de votos de jubilados frente a 2 millones de jóvenes». El futuro postpandemia es el reto, pero líderes no faltan.