Con la sentencia del Tribunal Supremo sobre el pantano de Biscarrués en ciernes, los habitantes de la zona de La Galliguera tomaron este domingo Huesca para volver a reclamar que se abandone la idea del pantano y les dejen disfrutar del Gállego vivo, del que ya están sacando partido, fundamentalmente con empresas de turismo activo, y además sin ayudas públicas.

La manifestación reunió a vecinos de la docena de localidades que se verían afectadas por la construcción del embalse, que pese a estar en serio peligro, y haber motivado la idea de reabrir la Mesa del Agua, todavía depende de la sentencia del Alto Tribunal y tiene otro plan alternativo sometido a información pública.

De ahí que los vecinos, junto a colectivos ecologistas y representantes políticos de Podemos (como la directora general de Cambio Climático, Marta de Santos) y CHA (como su presidente, Joaquín Palacín), mostrasen en la capital oscense su oposición al proyecto con una jornada festiva que incluyó una representación del río en forma de tela azul, actividades infantiles y varias arengas de los presentes en la plaza Navarra de Huesca.

La portavoz de la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, Lola Giménez, exponía, en declaraciones a Europa Press, que la interposición del recurso de Riegos del Alto Aragón que obligará a pronunciarse al Supremo (alegaron a una sentencia de la Audiencia Nacional que ya desestimó el proyecto) no responde al «interés general» que invoca, sino al de los regantes, generando una lucha entre territorios. «Es el interés de Monegros contra el de la Hoya», expuso.

A su juicio, esto parte del hecho de que las concesiones y la gestión del agua esté «en manos» de la entidad, no de un ministerio, lo que constituye «un modelo de distribución caciquil y que crea una guerra del agua», consideró. En La Galliguera, afirmó, cuentan con «un modelo de desarrollo sostenible que no gasta ni un hectómetro y que, gracias a un río vivo, ha completado la economía de la región con actividades turísticas», además de la agricultura tradicional.