En caso de que el río acabe por derribar la parte de la mota que aún queda en pie, y que protege a Pastriz en caso de avenida, la primera zona habitada que se inundaría sería una urbanización de viviendas construidas fuera de ordenación, conocida como Torre Urzaiz, que pertenece al barrio rural de Movera.

Según denunciaban ayer Ricardo Arnaldes y Laura Bernal, que llevan tres lustros viviendo en Torre Urzaiz, "desde el 2007 nos han tenido que desalojar todos los años". Ellos lo achacan a la construcción, con motivo de la Expo, de la vía verde que une el tramo urbano de la ribera del Ebro, desde Las Fuentes, con la reserva natural de la Alfranca, en Pastriz. Una parte de este camino discurre sobre la mota deteriorada. "Desde que se construyó, ha perdido fuerza y altura", afirmaron.

Pero, antes incluso de que la riada llegase a la urbanización, el agua arrasaría la ganadería de Rafael Alarcón. Sus más de 400 cabezas de ganado bravo solo están separadas del Ebro por la mota que se está viniendo abajo. Por ello, ayer se afanaba en vallar un terreno situado en el otro extremo del término municipal, más alejado del río, donde poder trasladar a las reses en caso de inundación.

A mediodía de ayer, antes de conocer que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) iba a permitir el refuerzo de las motas, Rafael Alarcón ya se había decidido a hacerlo "por mi cuenta y riesgo", explicó. "Prefiero exponerme a ser sancionado por reforzar la mota sin esperar a todos los trámites burocráticos que perderlo todo", lamentó. Al estar junto al río, ninguna aseguradora quiere hacerse cargo de su negocio. Por eso, si las máquinas pueden acceder con seguridad, procederá a arreglar el socavón este lunes.