Centenares de ganaderos, convocados por medio centenar de organizaciones agrarias, se manifestaron ayer en Aínsa, en la comarca de Sobrarbe, en contra de la política de reintroducción del oso en el Pirineo y de la presencia de lobos en la comunidad.

La marcha, que discurrió sin incidentes, se ha visto aguijoneada este verano por una serie de ataques a rebaños y a colmenas en la comarca de Ribagorza y que se atribuyen a Goiat, un oso esloveno procedente de Cataluña.

La DGA reaccionó ayer ante la concentración de Aínsa con unas declaraciones del consejero de Agricultura, Joaquín Olona, quien insistió en que el pasado mes de julio solicitó «formalmente a la Generalitat la retirada del oso Góiat».

Olona reiteró su posición «contraria a la reintroducción de osos foráneos en el los Pirineos» y adelantó que en septiembre habrá una reunión en el Ministerio de Transición Ecológica, en Madrid, en la que se volverá a poner encima de la mesa la necesidad de retirar al citado ejemplar de plantígrado.

La manifestación de ayer en Aínsa iba encabezada por una doble pancarta, en francés y español, con el lema: Por la defensa de nuestros pueblos y de la ganadería extensiva.

Al término de la marcha, informó Efe, los portavoces de las asociaciones convocantes leyeron un manifiesto en el que denunciaron la falta de un apoyo «real» de las administraciones a la ganadería extensiva, así como «ataques constantes» al sector por la presencia de osos y lobos en bosques y pastizales.

BAJAS COMPENSACIONES

«Los osos no saben de fronteras», manifestó Joaquín Solanilla, responsable provincial de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) en Huesca. «Nuestra comunidad, que acertadamente no participa en el programa de reintroducción del oso, está sufriendo las consecuencias de la suelta de ejemplares tanto en Francia como en Cataluña», aseguró el sindicalista.

Solanilla quitó importancia al anuncio del consejero Olona de que se tramitan 400.000 euros en ayudas para los ganaderos que sufran daños como consecuencia de los ataques de los osos y los lobos.

«El dinero no es la solución y además las cantidades de compensación son muy bajas, no se cubren los perjuicios sufridos», dijo el representante de UAGA en la provincia de Huesca.

«Los ecologistas ponen como modelo de recuperación de las especies el caso de Francia y el de Cataluña, pero aquí han venido delegaciones francesas y catalanas a decirnos que no nos dejemos engañar», alegó Solanilla.

Los concentrados repitieron el mensaje de que la ganadería extensiva constituye una garantía de futuro para los pueblos de montaña, pero que se ve en peligro con la política oficial de apoyo a la repoblación de osos y a la laxitud hacia el lobo, que ha hecho su reaparición tras varias décadas en las que se le ha considerado extinguido en el Pirineo.

AUTOPROTECCIÓN

En el manifiesto, los convocantes urgen a las administraciones a «diseñar, coordinar y consensuar» con los representantes de las organizaciones ganaderas medidas de apoyo al sector, así como a facilitar el uso de sistemas de «autodefensa y protección» ante posibles ataques inesperados «que pueden poner en riesgo a las propias personas».

Solo de esta manera, sostuvieron, se podrá garantizar la incorporación de los jóvenes de ambos sexos al sector agrícola y ganadero en las comarcas pirenaicas del sur de Francia y del norte de España, lo que aseguraría la pervivencia de las explotaciones.