Estaba la Zaragoza rebelde; había hombres y mujeres, niños, jóvenes, mayores. Más de 400 personas asistieron a la presentación de Ganemos. Un movimiento que se solidifica tras meses de trabajo y que encara el camino hacia las elecciones municipales. Su nombre lo dice todo; el objetivo es ganar el ayuntamiento, devolver la ciudad a la gente, aunque sea desde la desobediencia. En el acto se apeló a una nueva forma de hacer política, alejada de las oligarquías económicas, participativa, transparente.

En la presentación se respiró un ambiente festivo, también reivindicativo, y como este movimiento va en serio, también pragmático. Quedan cosas por hacer: primero elegir la forma de primarias con las que seleccionarán a los candidatos; la forma jurídica que adquiere Ganemos y cómo se hará y cuándo el programa. Para todo hay fechas. Las listas electorales, el momento de las caras visibles, quizás el más esperado, será el 15 de febrero. Antes, en enero, aprobarán las líneas programáticas, aportadas por la gente a través de internet; el mismo mes verá la luz el código ético. En diciembre se definirá la personalidad de Ganemos, si se convierte en partido, en agrupación de electores o en coalición.

INGENUIDAD

Ayer tocaba celebrar que se ha cubierto una nueva etapa, y que queda camino por andar hasta los comicios municipales. "Hemos llegado con ilusión, pero no somos ingenuos, sabemos que nos lo van a poner difícil. Vamos a ganar esta batalla, queremos recuperar esta ciudad", dijo uno de los portavoces, Alfonso Alegre.

Sobre el escenario, Marco Antonio Joven, que alternó el castellano y el aragonés en su discurso, dibujó algunas propuestas. Propuso una gestión horizontal de los asuntos municipales y de las necesidades de la ciudad. "No queremos más destrucción del patrimonio, ni más centros comerciales fantasma, ni pisos deshabitados cuando hay 50.000 viviendas vacías, no permitiremos que se externalicen más servicios", subrayó el segundo de los portavoces que habló.

Lucía López destacó el trabajo realizado por los grupos sectoriales cuya labor empezó a cristalizar ayer. "Debemos abrir el ayuntamiento a la ciudadanía; frente a los políticos de siempre, Ganemos Zaragoza. La utopía sirve para caminar, y caminamos para ganar. La política del pasado ya no sirve", manifestó. Amparo Bella calificó este momento como de "tránsito". Apeló a la necesidad de recuperar la democracia "real". Se preguntó por qué la Iglesia no paga el IBI en Zaragoza o por qué los ciudadanos deben pagar la deuda que ha generado la "megalomanía de la élite".