El secretario de Estado de Servicios Sociales, Mario Garcés, desmintió ayer las palabras del presidente de Aragón, Javier Lambán, y aseguró que el Estado sí aporta el 50% de la financiación de la ley de dependencia a la comunidad. «Existen informes que así lo avalan y algunos de ellos provienen del Tribunal de Cuentas. Lo que pasa es que existen mensajes instalados en alguna comunidad, como en Aragón, donde se dice que la aportación no llega ni al 20%», dijo Garcés durante su visita a la residencia Ballesol Puerta del Carmen, en Zaragoza. Y añadió: «Las cifras fluctúan en función de los discursos políticos».
Tanto Lambán como la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, han manifestado en los últimos años sus quejas porque el Estado solo aporta a Aragón un 16% de la ayuda que se debe destinar a la dependencia. «Mantuvimos una reunión hace meses con las comunidades y allí se aprobó un dictamen por el que vamos a mejorar obligatoriamente la dependencia. Es muy fácil hablar, pero en el último Consejo de Ministros del 2017 ya se aprobó el incremento del 5% de los ingresos mínimos a la dependencia, que incluye 66 millones a las comunidades», apuntó Garcés.
Listas de espera
El secretario de Estado indicó que esta cantidad supone «una inyección importante para contribuir a reducir la lista de espera en dependencia» que, según dijo, «son muy diferentes» según las comunidades que apuestan por esta materia y hacen una gestión eficaz, «frente a otras más rezagadas».
En este sentido, Garcés emplazó a las Administraciones Públicas a «actuar en paralelo» para incrementar las aportaciones. La «voluntad» del Gobierno de España es aprobar los presupuestos cuanto antes, pero, en el caso de que se tuvieran que prorrogar los del 2017, Garcés aseguró que «hay cierto margen» para provocar un incremento más en dependencia en el 2018. «Tengo la seguridad de que tengo un presupuesto adicional. Nuestro horizonte es aprobar las cuentas, pero sé que podemos dar un empujón más», señaló.
Por último, Garcés anunció que desde el Imserso se ha diseñado, en colaboración con las asociaciones de mayores de toda España, un plan estratégico «cuyo objetivo es que no vivan solos y hay que romper esa barrera».
