El consejero de Hacienda, Mario Garcés, aseguró ayer que los gastos en sanidad y servicios sociales se ajustarán a las necesidades en los presupuestos de la comunidad del 2012 y elució anunciar qué partidas sufrirán recortes porque "hay que dosificar la información". Tampoco se pronunció sobre los recortes anunciados por el presidente de la Generalitat de Cataluña y que afectarán entre otras cuestiones a la sanidad para ahorrar mil millones de euros.

Después de que el portavoz de IU, Adolfo Barrena, le instara a concretar si los recortes que planea el Ejecutivo aragonés siguen la línea de los anunciados por el presidente catalán, Artur Mas, Garcés insistió en que no había acudido a las Cortes para explicar "medidas". Aunque no concretó ante la comisión la reducción que sufrirán las cuentas ni si se mantendrá el impuesto de patrimonio, hizo hincapié en que no se va a "hurtar" el debate parlamentario sobre los presupuestos y recordó que la Ley de Acompañamiento incluirá un plan de incentivos fiscales para que se puedan constituir empresas y generar empleo.

Además, advirtió de la situación "crítica" de liquidez --que no alcanza el 5% de los 500 millones en obligaciones presupuestarias-- y el Gobierno prevé con la aprobación de los presupuestos establecer un plan de pagos en plazo a proveedores a partir del 1 de enero.