El doctor Adolfo García Sastre, investigador, catedrático de medicina y microbiología, jefe de Patógenos Emergentes en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, ofrece este miércoles una charla en ciclo de la Fundación Ibercaja Retos para el futuro. Este investigador burgalés pronunciará su conferencia con el título Desarrollo de antivirales y vacunas contra el covid-19. ¿Qué nos queda todavía? en un encuentro virtual que comienza a las 18.00 horas.

- ¿Cómo valora el proceso de vacunación en España?

- Me gustaría que fuera más rápido. Ha habido problemas con la adquisición de vacunas que espero que se resuelvan pronto para que se puedan administrar de modo más rápido.

- El presidente Pedro Sánchez ha dicho que a finales de agosto se habrá vacunado a 33 millones de españoles; el 70% de la población. ¿Es un ritmo aceptable?

- Todo depende de cuántas vacunas haya disponibles. Se podría haber llegado antes a ese 70% si se hubiera contado con más dosis. Ahora ya es difícil lograrlo antes. Han pasado tres meses desde que comenzó el proceso de vacunación en España y no se ha hecho a un ritmo muy rápido en este tiempo.

- ¿Qué diferencias hay con Estados Unidos?

- Aquí las dosis han estado disponibles desde el principio, pero la cuestión era la rapidez. Se detectó un ritmo lento, y se pusieron las medidas necesarias. Por ejemplo, en la ciudad de Nueva York, se ponía una multa al alcalde o gobernador si había espacios destinados a la vacunación que no cumplían con la velocidad esperada.

- Además de las vacunas, ¿qué otras herramientas pueden utilizarse para luchar contra el covid?

- Dentro de los próximos meses tendremos nuevos tratamientos cuando hayan concluido los ensayos clínicos. Estos tratamientos van a ser siempre necesarios. Incluso si la vacuna termina con la pandemia, quedará un número de casos de covid mucho menor, que no provocará una situación de emergencia como la actual. Los tratamientos serán muy relevantes para tratar mejor a las personas que contraigan el virus.

- ¿Acabará la pandemia este año?

- Es difícil de decir porque quitar la etiqueta de pandemia mundial depende de que la vacunación esté completada en todos los países. Si bien en algunos lugares se va a lograr vacunar a elevados porcentajes de población en los próximos meses, quedan otros en los que el proceso es mucho más lento. Solo cuando esté controlada la situación en todo el mundo, se acabará la pandemia. Se volverá a la normalidad en Europa o Estados Unidos antes de que acabe la pandemia a nivel mundial.

- ¿Cuál es el riesgo del distinto ritmo de vacunación por países?

- Si en la Unión Europea y en España ya hablamos de que la vacunación va despacio, en otros países es peor. Por eso tardará en declararse acabada la pandemia. El virus irá infectando a un número menor de gente y será más fácil tener gripe que coronavirus.

- ¿Cuándo se podrá recuperar la antigua normalidad?

- Es muy difícil de predecir; depende de la gente que esté vacunada. Mañana no será, ni la semana que viene. Pero si en tres meses se vacuna a la mayoría de la población adulta en España, podríamos hablar de una situación parecida.

- ¿Incluso sin mascarillas?

- Si está vacunada la mayor parte de la población adulta, no sería una emergencia como ahora. Va a ocurrir volver a la normalidad, dependerá de cuánto vacunemos. El virus ya tiene perdida la batalla, falta saber cuándo podremos declararlo como tal.

- ¿Cree que los casos de trombos graves se deben a la vacuna AstraZeneca?

- No creo que haya datos suficientes para afirmarlo, y si estuvieran ligados, se trata de casos muy aislados. Se ha puesto en millones y millones de personas. Reino Unido está en una mejor situación frente al covid que otros países europeos gracias a haber puesto más vacunas. Francia o Alemania no estarían en la situación en la que están si hubieran inoculado más dosis.

- La investigación ha sido clave. ¿Falta inversión en España?

- Se necesita invertir en ciencia, logística, diagnósticos rápidos y personal sanitario. Pero también lo que ha sido uno de los grandes fracasos: se necesita cooperación internacional. Desde el principio falló la confianza entre países y solo se empezó a actuar cuando el número de casos era muy elevado.

- ¿Por qué sigue habiendo olas un año después, falta capacidad de anticipación?

- Al principio hubo un problema de diagnóstico, pero ahora que ya hay posibilidad de diagnosticar los casos, el problema es que se espera a que haya un número de casos elevados antes de tomar medidas. Es muy difícil bregar contra este virus mediante la mitigación. Lo ideal es bajar el número de casos, diagnosticar y hacer el rastreo de contactos, pero eso requiere el seguimiento total de las personas, que es ilegal en muchos países.

- ¿Funcionan medidas como el confinamiento perimetral o el cierre de la hostelería?

- No se sabe realmente cuál es la medida de mayor impacto, pero se sabe que se aplican estas medidas y se consiguen los efectos deseados. Lo que causa los contagios son los contactos. Cualquier medida que reduzca los contactos sociales, bajará los contagios.