El teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Gaspar, garantizó ayer "por activa y por pasiva" que las obras de reparación de La Romareda necesarias para que el Real Zaragoza inicie la competición de la Supercopa estarán solventadas en el mes de agosto. Adaptar el estadio a los requerimientos de la UEFA para poder jugar campeonatos internacionales supondrá, según sus estimaciones, unos costes de entre 1 y 1,5 millones de euros. Al término del Consejo de Gerencia de Urbanismo, Gaspar también se refirió al futuro del campo, sobre el que reiteró que estará decidió antes del 30 de junio, "huyendo de cualquier operación especulativa". El responsable se refirió al estudio encargado en abril a un despacho de arquitectos para analizar la posibilidad de mantener la actual ubicación. En este sentido, el edil popular Ricardo Mur insistió ayer en criticar el "oscurantismo" con el que se encargó el citado estudio. Por su parte, el portavoz aragonesista, Manuel Blasco, reclamó celeridad.