Cada día festivo en el calendario, salvo los domingos, se come alrededor de dos millones de euros en la Sanidad aragonesa, puesto que hay que pagar sustituciones y complementos al personal. Según la DGA, este es el elevado coste de la factura sanitaria, que se incrementa cada día más por el envejecimiento de la población aragonesa y el aumento de la inmigración.