Aragón gastó el año pasado 548 millones de euros en medicinas, un 5,4% más que lo registrado en el 2017, y las previsiones apuntan a que este coste seguirá creciendo debido al envejecimiento de la población, la cronificación de las enfermedades o el precio de las nuevas terapias.

Así lo explicó ayer la jefa del servicio de Farmacia del hospital Miguel Servet, Reyes Abad, con motivo de la celebración del 50 aniversario de esta área en el centro. El desembolso en fármacos supone que 9 de cada 100 euros del presupuesto de Aragón se gaste en medicamentos.

Por ramas, en la que más ha crecido el gasto en los últimos años es Oncología y Oncohematología. «Debido al impacto de la inmunoterapia y de otros tratamientos», dijo Abad. También ha aumentado el desembolso para abordar enfermedades como la esclerosis, donde han aparecido nuevos fármacos que «ofrecen alternativas para poder atender mejor al paciente», dijo.

En este sentido, la jefa de servicio de Farmacia añadió que en el último año han aparecido unas moléculas para el tratamiento del VIH. «Ya hay terapia eficaz, pero estos medicamentos nuevos tienen menos toxicidad y facilitan la adherencia del paciente, ya que se trata de un comprimido al día», señaló Abad. Todas estas novedades, fruto de la investigación, requiere un aumento del gasto en medicamentos. «En el ámbito hospitalario hay un incremento de la incorporación a la innovación y todos los medicamentos que aparecen tienen un elevado impacto. Su incorporación al sistema hace que el gasto se incremento», añadió la jefa de servicio.

CIFRAS

Un tratamiento de oncología puede alcanzar los 40.000 euros de media al año, mientras que los medicamentos huérfanos (aquellos destinados a diagnosticar, prevenir o tratar enfermedades raras para las que no existen fármacos) oscilan entre 200.000 y 300.000 euros al año.

Por su parte, el coste de una nueva terapia celular puede ser de 300.000 euros por paciente al año, «pero está ligada a un acuerdo de riesgo compartido», matizó Abad.

Esto significa que, en función de los resultados de esa terapia, se va pagando. «Se trata de un tipo de convenio innovador, aprobado a nivel nacional, y que Aragón ya está aplicando», apuntó la jefa de servicio de Farmacia del Miguel Servet.

De este modo, si el paciente se cura o responde a los resultados el precio del fármaco puede aumentar y se paga más, mientras que si no funciona, hay un descuento.

La medicina personalizada, la terapia génica y de ingeniería tisular (tejidos) están ofreciendo también nuevas fórmulas en los últimos años, mientras que cáncer, enfermedades autoinmunes, metabólicas y los trastornos del sismtema nervioso son las patologías que más aplicación tienen de las novedades entre los fármacos. Para Reyes Abad, los datos actuales y las perspectivas de futuro «obligan a impulsar» nuevas estrategias de eficiencia, como el uso de los biosimilares. «Estos tienen un mejor precio y se utilizan cuando el medicamento original ha perdido la patente», apreció Abad.

COMPRA CENTRALIZADA

En el hospital Miguel Servet, el gasto destinado a fármacos en el 2018 fue de casi 90 millones de euros. En cuanto a los medicamentos de mayor consumo al día en el este centro, según datos aportados por el hospital, se gastaron 1.557 unidades al día de suero fisiológico de 100 mililitros (749,2 euros al día); 1.539 ampollas de suero fisiológico de 10 mililitros (136,9 euros); o 564 unidades de cápsulas de 20 miligramos de omeprazol (22,5 euros).

El servicio de Farmacia del hospital Miguel Servet comenzó hace 50 años. Entonces, los farmacéuticos entraban en los hospitales con la única finalidad de comprar fármacos y abaratar costes. Ahora, el farmacéutico centra su trabajo en el paciente y no en el medicamento, y hace frente a un enfermo mayor, pluripatológico, crónico y que requiere cada vez terapias más costosas. «El reto es dar respuesta a las necesidades de los pacientes e incorporar la innovación, manteniendo la sostenibilidad del sistema», apuntó Reyes Abad.

La semana pasada, el Consejo de Gobierno autorizó la tramitación de un acuerdo para la compra centralizada de fármacos hospitalarios por una cuantía máxima de 957 millones en cuatro años. Esta fórmula permitirá un ahorro del gasto, aunque todavía no está cuantificada ya que dependerá de los lotes ofertados y de los precios que se fijen tras las licitaciones.

Reyes Abad recordó ayer esta medida de la DGA como una de las fórmulas para dotar de eficacia del sistema sanitario. Hasta ahora, estos medicamentos se compraban de manera directa a los laboratorios que los comercializan en régimen de exclusividad, pero con este nuevo sistema centralizado se pretende racionalizar y mejorar la eficiencia de los procesos de aprovisionamiento, a la vez y de forma unitaria, de los centros, servicios y establecimientos sanitarios.