A José Luis Lacruz Berdejo los reconocimientos le llegan tarde. Considerado uno de los principales juristas españoles en materia civil y la primera autoridad en Derecho Foral del siglo XX, no aparece en la versión original de la Gran Enciclopedia, olvido que corrigió la edición de primeros de este siglo. Presidió la Comisión de Juristas que en los inicios de la autonomía, entre 1981 y 1983, redactó el borrador para adaptar el Derecho Aragonés a la Constitución.

Lacruz fue «maestro de la gran mayoría de los juristas que pasan hoy de 40 años», recuerda el abogado y expresidente del Gobierno de Aragón Hipólito Gómez de las Roces, que anota que "lo fue todo en la Facultad de Derecho" de Zaragoza en la que creó la Academia Aragonesa de Ciencias Sociales.

Este foro, que echó a andar en febrero de 1952, fue uno de los primeros islotes aperturistas de Aragón. Lo integraban jóvenes profesores y estudiantes demócratas, europeístas y democristianos. "Fue una escuela de democracia en la universidad", recuerda De las Roces. Se atrevió a organizar en sus primeros dos años de existencia seminarios sobre la unidad europea ±eran los primeros tiempos de la Comunidad Económica" y sobre los partidos políticos, asuntos a los que el régimen no era nada afecto. Su intenso trabajo en la recuperación de la tradición jurídica aragonesa, en la formación de demócratas y en la difusión del europeísmo no cuajó en apoyos electorales. La Democracia Cristiana que él creó y presidió no llegó al 2% de los votos en Zaragoza en las elecciones de la sopa de letras (1977). La formación, recuerda De las Roces, «fue arrollada por el fuerte vendaval de los partidos con fuerte financiación».

Lacruz recibió el Premio Aragón en 1990. Fue a título póstumo, ya que había fallecido el año anterior. Tendrá una calle en El Picarral, en la perpendicular de San Juan de la Peña hasta ahora dedicada al General Yagüe, uno de los militares más sanguinarios de la Guerra Civil. Osciló entre la Falange y el franquismo puro y duro hasta el punto de ser confinado varios años en su pueblo (San Leonardo, Soria) por su presunta participación en un complot para derrocar al dictador.

Los vecinos del Picarral no conocen a Lacruz. "Me da exactamente igual. Hay cosas más importantes que los nombres de las calles", dice Julián. Asunción lo ve de forma parecida: «A mí ni me pone ni me quita. Además, ahora no estoy mucho por aquí». A Nati, que llega de hacer la compra, le agrada la idea. "Me parece bien. Nos costará acostumbrarnos pero está bien", dice. Y recuerda que cuando nació la calle, hace medio siglo, los taxistas sabían dónde estaba. "Tenías que decirles que te llevaran a los Grupos Francisco Franco", explica. ¿Y siguen llamándose así? Pues sí. "¿Y eso lo van a cambiar?", pregunta. No está previsto.

Hoy se llama: calle del General Yagüe

1982-1952. «El carnicero de Badajoz» se ganó el apodo por dirigir una brutal represión que se cobró más de 4.000 vidas. Fue uno de los primeros militares en sublevarse. Y de los más sanguinarios del bando rebelde. Franco le confinó por rehabilitar a militares republicanos y participar en un complot para derrocarle. Luego le recuperó.