Amantes de la geología, la montaña, el conocimiento de la naturaleza y del Pirineo en general han participado estos días en el XI Seminario del Geoparque de Sobrarbe. Una cita que cada año busca acercar la riqueza geológica de la comarca a la sociedad. A lo largo de tres días, numerosos expertos han analizado el cen- 80 personas participan en un intenso seminario a los pies de Ordesa b tro de la cordillera en esta zona, en concreto lo que es el área del Bien Unesco Pirineos-Monte Perdido, desde puntos de vista tan variados como la edad de los árboles, la historia de los caminos entre Francia y España que recorrieron los bandoleros o la situación de la zona quemada en Mondoto, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa.

Tres intensas jornadas que han contado con conferencias, proyección de documentales, exposiciones y también visitas guiadas por expertos para dar a conocer el valor del terreno del que se ha estado hablando, según informó el geoparque. Así, se han dado a conocer interesantes estudios como la edad de los árboles del corazón del Pirineo o los hallazgos en el ibón de Marboré. En este sentido, Pilar Mata explicó los trabajos que está realizando desde hace 7 años el Instituto Geoló- gico Minero de España y el Instituto Pirenaico de Ecología.

En este lago pirenaico se constata el «acusado aumento de la temperatura del agua en estos años» como posible reflejo del cambio climático. Los sedimentos de Marboré arrojan hallazgos tan importantes como restos de plomo por la actividad minera en Sobrarbe desde la época romana, así como plomo, procedente de la combustión de gasolina en épocas recientes.

Entre las ponencias, destacaron algunas de las mejores historias que guardan estas monta- ñas: las de los primeros pirineístas, hombres acomodados del s.XIX que por primera vez miraron la cordillera buscando en ella un disfrute medio ambiental, deportivo y científico y también la de los caminos transfronterizos entre España y Francia. El escritor José Luis Acín constató que «el Pirineo siempre ha supuesto una frontera imaginaria para las gentes de ambas vertientes».

Además, se realizaron dos excursiones de gran interés. La primera fue el camino de Turieto, que llega hasta la pradera de Ordesa. La otra fue el nacimiento del cañón de Añisclo y el espectacular pico Mondoto, un gran mirador sobre el cañón.