La gerencia de Urbanismo de Zaragoza se estrenará el próximo martes con la celebración de su primero consejo, en el que se dará cuenta de los decretos por los que el alcalde y presidente del nuevo órgano, Juan Alberto Belloch, cederá todo los poderes al vicepresidente, el edil nacionalista Antonio Gaspar, y se nombra al gerente, el actual director del área, Carmelo Bosque. El consejo estará constituido por cinco representantes del PSOE y del PP, otros tres de Chunta y uno del PAR y se reunirá con una periodicidad semanal.

De este órgano seguirá dependiendo la concesión de licencias, la tramitación de los proyectos urbanísticos y de todos aquellos permisos relacionados con el urbanismo, aunque con la aplicación de la Ley de Grandes Ciudades se deberá dilucidar qué competencias deberán ser ratificadas por la Junta de Gobierno Local --el nuevo ejecutivo local-- y por el pleno.

El teniente de alcalde de Urbanismo no ha querido esperar al estudio de la normativa con el fin de evitar una paralización administrativa. De hecho, en el orden del día del consejo se incluyen hasta 140 asuntos para ser discutidos.

El consejo de la gerencia de Urbanismo será uno de los pocos órganos municipales en los que la oposición tenga voz y voto tras la entrada en vigor de la Ley de Grandes Ciudades a principios de mes. El grupo socialista está decidido a excluir a populares y aragonesistas de la Junta de Gobierno Local, el verdadero ejecutivo municipal y que vendrá a sustituir a la comisión de Gobierno en la que siempre ha tenido presencia los ediles de la oposición.

PP y PAR han mostrado ya su profundo malestar y critican abiertamente la falta de "talante democrático". El grupo popular, que ha analizado la situación de las cinco grandes capitales españolas, reconoce que en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Bilbao nunca ha estado presente la oposición en la comisión de Gobierno, pero que esta realidad no puede servir de excusa ahora para dejarles fuera. Además, recuerdan que en los consistorios de Huesca y Teruel, gobernados por el PSOE, siguen estando presentes en sus respectivas comisiones de Gobierno porque existe una tradición de "pacto y consenso" en las instituciones aragonesas.