La gestión conjunta de los embalses de Itoiz y Yesa ha permitido reducir los caudales del Ebro en unos 500 metros cúbicos por segundo, por lo que la crecida prevista tras las últimas precipitaciones llegará mañana a Zaragoza con un caudal máximo de 1.300 a 1.400 m3/s.

Según informa la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), todos los ríos de la mitad oeste que han registrado un importante incremento de caudal esta semana se encuentran en tendencia descendente, salvo el tramo medio y bajo del eje del Ebro aguas abajo de Novillas (Zaragoza).

Esta avenida, según los máximos registrados en Castejón (Navarra) y Novillas, en torno a los 7,30 metros, es muy similar a la de marzo de 2016, en ambos casos de carácter ordinario.

El Ebro, en cuya cuenca no se han registrado precipitaciones reseñables en las últimas 24 horas, alcanzará en Zaragoza el máximo de caudal mañana al mediodía, con 4 metros de altura de la lámina de agua y entre 1.300 y 1400 metros cúbicos por segundo.

Los caudales de todos los afluentes del Ebro que experimentaron crecidas durante las dos últimas jornadas (Nela, Jerea, Zadorra, Ega, Arga, Irati y tramo bajo del Aragón) se encuentran bajando y en situación de normalidad.

El máximo de la crecida circulaba esta mañana por Novillas, cuyo alcalde, José Ayesa, aseguraba no haber detectado una crecida que exigiera la adopción de medidas excepcionales de prevención, ni haber recibido advertencias por parte del Organismo de cuenca.

La Confederación Hidrográfica del Ebro no prevé que se produzcan en la cuenca nuevas crecidas a lo largo de los próximos días.