Tal día como hoy, pero en el 2007 -año electoral- el que fuera alcalde socialista de Mallén, Antonio Asín, inauguraba el parque Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Se erigió sobre unos terrenos que unos vecinos de la localidad transmitieron mediante permuta al consistorio que regía el exedil condenado por prevaricación urbanística, pero, después de todo este tiempo, el contrato sigue siendo un papel mojado. Es por ello que ayer, una de las familias damnificadas sentó en el banquillo a la Sociedad Urbanística Municipal de Mallén (SUMM) por una demanda superior a los 400.000 euros. Asín y el actual alcalde, Rubén Marco, declararon como testigos ante el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Zaragoza. La gestión urbanística del exalcalde volvió a estar en entredicho.

Asín reconoció que las negociaciones de los terrenos las realizó personalmente en calidad de alcalde en un primer momento y después como presidente de la SUMM (entidad participada por el consistorio). Dio a entender que daba igual con qué organismo o institución porque «eran lo mismo». Curiosa afirmación, cuando la Audiencia Provincial de Zaragoza solo le condenó por prevaricación administrativa al dar por buenas sus explicaciones durante el juicio de que la SUMM y el Ayuntamiento de Mallén no eran lo mismo.

El interés de Asín en este parque residía en los beneficios del pueblo, ya que, tal y como apuntó, esta zona verde se localiza en un punto donde no existen este tipo de espacios. Explicó que en un principio ofrecieron el pago de 150.000 euros por los terrenos, si bien los propietarios de los mismos solicitaron 180.000 euros. Ante esta realidad, «propusimos realizar una permuta, les ofrecimos unas parcelas en una zona en la que Mallén iba a expandirse». Algo que nunca llegó.

El abogado de los demandantes, Carlos Cuartero, insistió en pedirle explicaciones, pero no pudo sacarle nada en claro, salvo las intenciones que Asín tenía. No obstante, el exalcalde admitió que la permuta no fue una promesa, sino que se plasmó en un contrato que redactaron los propietarios. El resto de responsabilidad la derivó en el secretario municipal y en que hubo problemas en lo relacionado con el plan general de ordenación urbana.

Este problema lo heredó el actual alcalde, Rubén Marcó (que ganó las elecciones en 2015 por la candidatura Por Mallén). El regidor reconoció que hubo contrato y que la SUMM se ha planteado realizar una junta de compensación, si bien «no tiene capacidad para sacarla adelante». Destacó que gobierna en minoría, al contrario que de Asín que dirigió Mallén con mayoría absoluta hasta que saltó el caso de corrupción.

Dos de los propietarios de los terrenos donde se localiza el parque y de los que siguen pagando el IBI lamentaron que el consistorio haya incumplido su compromiso. Uno de ellos llegó a señalar que la institución tiene «okupada» una tierra que de cierta forma es todavía suya.