La política presupuestaria del Gobierno de Aragón volvió ayer a centrar buena parte de la sesión de control al Gobierno en la segunda sesión del pleno de las Cortes de la semana. Y en ella, al final de su primera intervención y casi como quien no quiere la cosa, el consejero de Hacienda de la DGA, Fernando Gimeno defendió su gestión, contestando al popular Antonio Suárez, con un: «si ahora me dicen que tengo 50 millones menos que gastar, ¿qué hago, gasto o no gasto?».

La cifra no estaba dada al tuntún. Según amplió luego Gimeno ante los medios, recientemente el Gobierno de Aragón ha tenido conocimiento de que, dado que la Comunidad Valenciana ha tenido que adherirse al Fondo de Convergencia Autonómico, a Aragón le han correspondido de este 26 millones de euros menos de lo que estaba anunciado.

Así, sumada esta «mala noticia» -aunque «objetiva» ante el riesgo financiero valenciano- a los 24 millones de retención de créditos para cumplir el Plan Económico Financiero, el resultado son 50 millones euros menos de gasto. Aun así, el consejero siguió sin ver problema para cumplir el objetivo de déficit para este año.

De hecho, también quitó hierro a la citada retención de créditos. Interpelado por el diputado Héctor Vicente, de Podemos, al respecto de estos recortes, afirmó que en realidad no han sido tales, ya que en todas las partidas «no solo se han cumplido los compromisos (pactados con la formación morada), sino que se ha gastado más».

Esta cuadratura del círculo ha sido posible, explicó, porque al gestionar «de forma muy positiva», Aragón se ha visto recompensada en las diversas conferencias sectoriales y otros órganos estatales con más financiación de la prevista. El Estado reparte los fondos europeos finalistas que de otra forma no podría ejecutar y las autonomías reservan los fondos propios y gastan los estatales inesperados, sintetizó.

Varias intervenciones del pleno giraron en torno a los efectos de estas retenciones de crédito en las distintas áreas, y todas fueron contestadas según este guión. Aunque los que preguntaban, como Vicente, señalaron que no se gasta lo presupuestado porque se ponen unos requisitos -por ejemplo para ayudas sociales- que hacen difícil su concesión.

Por lo demás, y en la pregunta del PP original sobre la presión fiscal, Gimeno volvió a defender que es baja, el octavo puesto en tributos propios.