El consejero de Hacienda del Gobierno aragonés, Fernando Gimeno, es consciente de que en Aragón «ha calado» el discurso de que se paga mucho en impuestos, sobre todo Sucesiones, y defiende una «armonización» porque de lo que está en contra, asegura, es «de los paraísos fiscales dentro de España». «Me parece una barbaridad», enfatiza Gimeno en una entrevista concedida a Efe, en la que advierte de que hay comunidades como la de Madrid que están actuando así en el caso de Sucesiones y otras también tienen «cierta vocación a ese nivel».

Ante esta situación, el Gobierno de Aragón se plantea una modificación de Sucesiones mientras se consigue una armonización del impuesto entre todas las comunidades. Porque a lo que tampoco está dispuesto es a que los aragoneses «puedan tener un discurso tan fácil de decir y tan horrible de escuchar como que en Aragón se paga mucho y en otras comunidades no pagan nada». «Me parece que tienen tanta razón que no me queda otro remedio que replantearme ese tema», admite el consejero, quien apuesta, mientras se logra la armonización fiscal, por buscar un «equilibrio» con una modificación «razonable», pero no porque la DGA sea el «campeón de la presión fiscal» o por anunciar rebajas de impuestos cuando se van acercando las citas electorales, algo que según Gimeno es «tradición» en el PP.

PROGRESIVO

Su propuesta, manteniendo unas «líneas rojas bien claras», pasa por mantener la progresividad del impuesto. «Creo que si no sería injusto», remarca Gimeno.

La semana próxima presentará en las Cortes un informe que describe la evolución de este impuesto en los últimos años, especialmente las consecuencias de la reforma del 2016 y el 2017 llevada a cabo por el Gobierno de Javier Lambán y también comparada con el resto de comunidades autónomas. Incide, no obstante, en que para poder plantear una propuesta será necesario alcanzar un punto de equilibrio entre los grupos parlamentarios.

Pero además de la actitud de determinadas comunidades en materia impositiva, Gimeno es muy crítico con la posibilidad de complementar las pensiones desde una comunidad como se ha planteado en sendas iniciativas en el Parlamento vasco, rechazadas. Le parece «Una auténtica barbaridad».

En cuanto a la financiación autonómica, Gimeno no es muy optimista respecto a que haya acuerdo este año, con el candente tema de Cataluña. No ve «creíble» una negociación en la que «el presidente de Cataluña sea el señor Montoro», en referencia a la aplicación del 155. Aragón seguirá apelando al peso de la despoblación, pero también del envejecimiento y la dispersión territorial, en el reparto, porque «no nos cuesta lo mismo un médico en Aragón que en Madrid».

Gimeno considera un «problema serio» para Aragón si no salen adelante los Presupuestos Generales del Estado de este año, ya que repercutiría de una forma importante en los recursos de la comunidad y en la subida salarial de los funcionarios. Resta importancia al incumplimiento del déficit el año pasado, que quedó en el 0,92% del PIB, tres décimas por encima del máximo permitido, una diferencia «asumible».

Sobre las suspicacias sobre el acercamiento del PSOE a Ciudadanos, afirma que ellos no han «cambiado de pareja» en cuanto a sus relaciones con Podemos.