El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, reiteró ayer que no prevé cambios en la presión fiscal fijada por el Gobierno aragonés con el objetivo de mantener los servicios públicos y por tanto no tiene «un interés especial» en presentar una ley de medidas fiscales de acompañamiento a los presupuestos.

Así lo indicó en el pleno de las Cortes en respuesta a una pregunta del diputado de Ciudadanos Javier Martínez sobre el plazo en el que el Gobierno prevé establecer las bonificaciones y deducciones en el tramo autonómico en el IRPF por donaciones realizadas a entidades sin fin de lucro aprobadas, que se hará, según Gimeno, lo antes posible.

Previamente, la diputada del PAR Elena Allué ha interpelado al consejero sobre la hoja de ruta que en materia impositiva prevé seguir el Gobierno, al que reclamó «más indulgencia» por la discriminación que en el pago de impuestos sufren los aragoneses frente a la ciudadanía de otras comunidades, pero Gimeno reiteró que no habrá cambios. Allué también le reprochó el aumento del número de altos cargos y asesores en el Gobierno de Lambán, algo que negó el consejero de Hacienda del Ejecutivo.