Fernando Gimeno, vicealcalde de Zaragoza y miembro del consejo de administración de la sociedad Plaza, ha asegurado hoy que nunca vio en una reunión del consejo información sobre facturas de obras no ejecutadas.

En la comisión parlamentaria de investigación que analiza supuestas irregularidades en la gestión de Plaza, Gimeno ha sido tajante al asegurar que se hubiera opuesto a cualquier decisión sobre facturas de obras no ejecutadas y que le cuesta creer que alguien haya pagado facturas de algo que no se ha hecho.

No obstante, el presidente de la sociedad, Rafael Fernández de Alarcón, ha dicho esta mañana, durante su comparecencia, que un informe alertó de que en Plaza había obras inacabadas, no certificadas o que no se habían pagado "conforme a los contratos vigentes" por valor de 104 millones de euros.

Tanto Gimeno como el otro consejero municipal, Roberto Fernández, han insistido en que en su presencia nunca se ha dado información en el consejo sobre obras pagadas pero no ejecutadas, y tampoco se llevaba al consejo de administración información sobre modificaciones o sobrecostes en los contratos.

Gimeno es uno de los diez últimos imputados por un asunto relacionado con el caso Plaza. Concretamente, el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza ha imputado a diez antiguos miembros del consejo de administración, entre ellos varios exconsejeros del Gobierno de Aragón, por presunta prevaricación administrativa en la reserva de futuros crecimientos y en el proyecto del apartadero ferroviario.

Gimeno ha recordado que no estuvo en la reunión en la que esta última decisión se tomó.

Y ha lamentado la excesiva responsabilidad a la que se enfrentan los miembros de algunos consejos, especialmente en el de Plaza, con una "tendencia a la generación de responsabilidades" que es un "problema serio" desde el punto de vista de la participación en estos órganos.

También se ha referido a la denuncia que el gerente de Plaza, Jesús Andreu, presentó el verano pasado sobre las supuestas irregularidades de la gestión en la sociedad, que enojó "mucho" a Gimeno, quien pidió su dimisión.

Su enfado se debió a que el consejo de administración se enteró "por la prensa" de la denuncia, y ha estimado que Andreu, al presentar la querella como gerente, debería haber informado antes al consejo de administración.

Gimeno ha concluido que la sociedad Plaza es viable "si la comunidad autónoma tiene voluntad de que siga".