La primera sesión de control al Gobierno del año en las Cortes de Aragón recuperó el clásico rifirrafe dialéctico del consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, y el diputado Antonio Suárez a cuenta de los datos económicos, el déficit y la ejecución presupuestaria. La pregunta se centraba en cuál es la política presupuestaria del Gobierno de Aragón para mejorar la vida de los ciudadanos, pero acabó virando hacia el déficit y la estabilidad, como siempre. Gimeno reiteró que Aragón cumplirá con el primero y «prácticamente podrá decir que ha cumplido el objetivo de estabilidad» en este ejercicio.

La traducción de esto último habrá que esperar «unos días» para conocerla, pero Gimeno aseguró que, en cuanto a los derechos sociales, el Gobierno de Aragón PSOE-CHA ha conseguido «el milagro de los panes y los peces» de recuperar los servicios sociales y cumplir con la estabilidad presupuestaria. Admitió que en el 2016 subieron los impuestos «pero menos de lo que ustedes (por el PP) los bajaron en el 2015», replicó.

También afirmó que pese a la prórroga presupuestaria de este año, el gasto social no se verá afectado, y puso como ejemplo el hecho de que «ayer mismo (por anteayer) me aprobaron decretos por 50 millones de euros», en referencia a las tres partidas para pagar sueldos de funcionarios, bajas laborales y las próximas elecciones municipales que recibieron el apoyo unánime del parlamento autonómico.