El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, reiteró ayer que quiere intentar conseguir este año de 200 a 300 millones de euros de financiación a través de «bonos verdes», algo que requiere de la autorización del Gobierno central, y apuntó que ya está en conversaciones con las entidades. Gimeno respondió así a una interpelación en el pleno de las Cortes sobre financiación del diputado de Podemos Héctor Vicente, quien le pidió que aclare sus planes de futuro en esta materia, y en relación con los «bonos verdes», que en su opinión Gimeno anunció como una «suerte de panacea», sin concretar a qué se destinará.

Gimeno, en su intervención, aseguró que los bonos van a ser «sociales o sostenibles» y con ellos no se van a financiar depuradoras --como insinuó el diputado podemita--, por la falta de garantía en el tiempo de cumplimiento de los objetivos, pero sí proyectos de infraestructuras sociales, como colegios e institutos, o alguna prestación social, como la dependencia.

«Vamos a entrar en esta vía, de acuerdo con el Estado», y si es posible este mismo año con un intento de 200 a 300 millones de euros, dijo Gimeno, quien se mostró convencido de que si este ejercicio no se puede, se podrá el próximo.