El Gobierno de España aprobó el pasado 7 de noviembre un decreto por el que aprobaba créditos extraordinarios y suplementos de crédito destinados a diversas actuaciones imprevistas y contingencias consideradas "de extrema y urgente necesidad", como se indica en el documento legal. El total de las partidas asciende a 259 millones de euros y de estas cantidades, ni un solo euro va destinado al convenio que anunció recientemente la ministra de Medio Ambiente, Isabel García-Tejerina, para colaborar en la limpieza y descontaminación del río Gállego.

De este modo, el decreto, firmado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, contempla diversos episodios de gasto extraordinario para formación, prevención, investigación y material para combatir el virus del ébola, con más de 14 millones de euros a los que hay que sumar otros 7 en los presupuestos del próximo año y otros tantos para cooperación internacional, o 15 para adquirir vehículos eléctricos y poco contaminantes para un plan específico de Agricultura o 160 millones para ayuda a instituciones financieras multilaterales (bancos en países en vías de desarrollo que proveen financiación a largo plazo) o 33 millones para acuñación de moneda.

En cambio, el convenio que anunció la ministra recientemente a una pregunta del senador socialista José María Becana, y que reiteró el PP en una iniciativa mantenida en el Congreso a cargo de la Izquierda de Aragón (CHA-IU), no requiere de la urgencia suficiente para el Gobierno como para incluir una partida en estos créditos extraordinarios.

El problema añadido es que además no hay ninguna partida incluida en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2015 y tampoco se ha solicitado todavía financiación europea, como se requirió desde los grupos de la oposición y como apuntó el propio Gobierno central que haría.