El Gobierno de Aragón ha elaborado una guía de procedimiento para los profesionales de la sanidad cuando una mujer con mutilación genital femenina (MGF) acude al sistema sanitario.

El protocolo, elaborado en colaboración con Médicos del Mundo, incluye una atención integral, que pasa tanto por el tratamiento psicológico como por intervenciones quirúrgicas reparadoras y la reconstrucción del clítoris, y se activará, de forma progresiva, en las próximas semanas.

La mutilación genital femenina se practica en 29 países del África Subsahariana y algunos de Oriente Medio y Asia. Aragón es la quinta comunidad autónoma española en número de residentes procedentes de países donde se practica la MGF, con más de 12.000 personas.

Durante 2019 no se detectó a través del sistema sanitario ningún caso nuevo, si bien pasaron por el sistema una veintena de mujeres que tenían mutilación previa, realizada en su infancia en su país de origen.

Las consecuencias en la salud de esta práctica son numerosas. A corto plazo, la mujeres que la han sufrido pueden experimentar dolor intenso, hemorragias e infecciones, además de lesiones en la uretra y la vagina.

A medio plazo, anemias severas, infección pélvica, menstruaciones dolorosas y, a largo plazo, puede haber afecciones psicológicas como ansiedad crónica, fobias, pánico, depresión, miedo a las relaciones sexuales; físicas, como infecciones, dolores menstruales, fístulas genitourinarias, retención e incontinencia; y sexuales, como disminución de la sensibilidad, ausencia de satisfacción y placer en las relaciones coitales, que pueden afectar en las relaciones afectivo-sexuales.

INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS

La guía de procedimiento establece como objetivos prestar asistencia a las posibles consecuencias, sexuales, psicológicas y físicas que algunas mujeres puedan plantear. En caso de mutilaciones graves o con secuelas importantes pueden precisarse intervenciones quirúrgicas reparadoras.

Las mujeres que deseen una reconstrucción de clítoris necesitan una atención integral y asesoramiento, ya que la respuesta sexual femenina es multifactorial --interacción compleja de factores anatómicos, neurofisiológicos, bioquímicos, psicológicos, interpersonales, socioculturales, cognitivos y contextuales-- y altamente variable de una persona a otra, y no depende únicamente de la existencia o no de un clítoris íntegro para obtener satisfacción.

ATENCIÓN INTEGRAL

Por este motivo, se pretende dar solución a estas dos demandas garantizando una atención de la manera más integral posible e involucrando en ello a diferentes profesionales del sistema sanitario de Aragón, pasando por la valoración de las consecuencias, la pertinencia de la intervención reparadora o reconstructiva hasta el seguimiento posterior.

El circuito consta de diferentes fases. La primera es la prevención. Actualmente existe ya un protocolo aragonés dedicado a la prevención de la MGF, en el que participa la oenegé Médicos del Mundo y los centros tanto de Atención Primaria como hospitalarios del Servicio Aragonés de Salud, al igual que servicios sociales y educativos.

En cuanto a la valoración diagnóstica y de las consecuencias físicas, será responsabilidad tanto del especialista en ginecología de referencia como de la matrona del centro de salud. Asimismo, una vez hecho el diagnóstico y habiéndose realizado un informe, en función de las necesidades de cada mujer, si precisa atención psicológica especializada se derivará a la Unidad de Salud Mental de referencia.

En cuanto a la cirugía de reconstrucción del clítoris, se debe valorar cada caso de forma individual, mediante derivación al Servicio de Ginecología de referencia, que se ubicará en el sector III y que entrará en funcionamiento en los próximos meses.

Asimismo, el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón y Médicos del Mundo realizan conjuntamente cursos de formación a profesionales de la salud y a trabajadores sociales para mejorar la atención a las personas que proceden de países donde se practica la MGF, poniendo énfasis en la actuación preventiva.