La empresa Zúrich, como compañía aseguradora del Gobierno de Aragón, ha indemnizado a una mujer zaragozana de 45 años con 48.213 euros por las lesiones causadas por un electrobisturí durante una operación de vesícula.

Desde la asociación el Defensor del Paciente de Aragón, su presidenta, Carmen Flores, explica en una nota que la mujer fue operada en el Hospital Miguel Servet el 20 de octubre de 2008, y se le dio el alta hospitalaria al día siguiente.

Tras la operación, comenzó a padecer "fuertes dolores", que los médicos achacaron a la propia intervención, aunque el dolor se repetía cara vez que la mujer ingería comida.

Según el relato del Defensor del Paciente, el 25 de octubre tuvo que acudir al Servicio de Urgencias, donde detectaron la presencia de líquido en el abdomen, algo que se habría generado "a causa del electrobisturí utilizado durante el acto quirúrgico o por un error de identificación de las estructuras anatómicas por parte del cirujano".

La mujer reclamó ante el Gobierno de Aragón y solicitó una indemnización por los daños y prejuicios causados, y el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, emitió una resolución que estimaba la petición, en la suma de 48.213,53 euros.

En la resolución se reconoce la mala praxis médica, certificada por el informe de la inspección sanitaria, a pesar de lo cual, añaden desde la asociación, Zúrich interpuso una demanda contra el Gobierno de Aragón por haber dado la razón a la paciente.

La demanda dio lugar a un procedimiento judicial ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que solicitó un informe pericial judicial, que también concluyó que "la asistencia prestada a la paciente no fue correcta en cuanto a la cirugía realizada".

Por este motivo, la aseguradora Zúrich ha desistido del procedimiento y ha abonado a la paciente la cantidad requerida, aunque ésta, asistida por el abogado Ricardo Agoiz, ha iniciado un nuevo procedimiento administrativo para que se le paguen los intereses legales de esta cantidad.

Carmen Flores destaca en la nota el "peregrinar" y el "sufrimiento" de esta paciente hasta que la resolución judicial le ha dado la razón, todo por el "capricho" de una compañía de seguros que "no sólo no reconoce el daño" sino que incluso ha denunciado a su propio cliente, el Gobierno de Aragón, "para no responsabilizarse de los daños".

A consecuencia de la operación, esta mujer sufre dolores al agacharse y estirarse o cuando tose, mareos, agotamiento físico e insensibilidad en el abdomen.