El Gobierno de Aragón quiere acotar el Mar de Aragón y potenciar el desarrollo económico de la zona y, para ello, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente prepara una modificación puntual de la Ley de Pesca que se incluirá en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2015.

Esta medida obligará a realizar un cobro por pesca y generará una serie de fondos destinados a ejercer un mayor control sobre el furtivismo existente, mejorar infraestructuras y solventar los problemas medioambientales que se dan en la zona del Mar de Aragón, concretamente, en los términos municipales de Sástago, Escatrón, Chiprana, Caspe, Mequinenza (Zaragoza) y Fraga (Huesca).

El consejero de Medio Ambiente y técnicos del Departamento se han reunido hoy con la presidenta y miembros de la Sociedad Deportiva de Pesca de Caspe para trasladarles este objetivo y abordar los problemas que genera la actividad pesquera en el entorno, han informado fuentes del Ejecutivo autonómico.

Además de agilizar la creación de un coto de pesca que contará con un patronato consultivo, el consejero se ha comprometido a modificar la Ley de Pesca con el objetivo de endurecer las penas por infracciones y a ofrecer un nuevo servicio de vigilancia formado por Agentes de Protección de la Naturaleza.

Asimismo, se va a intensificar la coordinación con Delegación de Gobierno para garantizar la seguridad ciudadana del entorno y los pescadores podrán obtener una licencia única de pesca, una vez finalicen los trámites administrativos que permitan su aplicación.

Lobón ha señalado también que informará a la Confederación Hidrográfica del Ebro de la problemática y las medidas a tomar para que, en el marco de sus competencias, pueda aplicar otras posibles.

El creciente auge de la pesca deportiva durante los últimos años en esta zona, que atrae anualmente alrededor de 20.000 pescadores entre estatales y extranjeros, conlleva una serie de consecuencias medioambientales en el medio natural del pantano de Mequinenza, que afectan tanto al ecosistema como a la práctica de la pesca.

La extracción masiva y descontrolada de peces, el uso de artes, cebos y prácticas ilegales, la entrada y salida de embarcaciones no controladas, la presencia masiva de acampadas ilegales, hogueras y vehículos en zona de dominio público hidráulico y el cúmulo desorbitado de basuras y residuos de todo tipo en las orillas o arrojados directamente desde las embarcaciones son algunas de ellas.

Pese al control, la vigilancia y la colaboración ciudadana desempeñada hasta la fecha, la situación no ha podido controlarse, por lo que desde la Dirección General de Conservación de Medio Natural se trabaja para solventar el problema.

La creación de un coto de pesca de todo el embalse mejorará la situación de esos 20.000 pescadores y supondrá un motor clave para potenciar la pesca en condiciones más favorables, según las fuentes.