Aragón no ha registrado ningún caso de gripe aviar por ahora en granjas ni en aves silvestres, como sí ha ocurrido en fechas recientes en el sur de Francia y en un parque natural de Gerona. Para tratar de frenar la extensión del virus, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha publicado una orden para tratar de reforzar la bioseguridad en un momento complicado por la situación epidemiológica de esta enfermedad animal en Europa. Entre las novedades de la normativa, publicada esta semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE), destaca que se autoriza a las comunidades autónomas a aplicar, si lo consideran oportuno, medidas más restrictivas frente al virus.

Después de varios años de estabilidad epidemiológica, desde julio del 2020 ha aumentado la circulación del virus de influenza aviar en aves de corral domésticas y silvestres, comenzando en el sur de Rusia y Kazajistán, lo que con base en la experiencia de olas epidémicas anteriores (2005-2006 y 2016-2017), conlleva un aumento del riesgo de difusión del virus hacia zonas de Europa septentrional y oriental, debido al movimiento de las aves migratorias.

Esta circulación del virus cíclica en forma de olas epidémicas, junto con la situación geográfica de España respecto a las rutas de aves migratorias hibernantes del norte y centro de Europa, así como la presencia de humedales con abundancia de aves silvestres migratorias, «hace necesaria una actualización de las medidas», según el ministerio, que otorga la posibilidad de incorporar acciones de bioseguridad adicionales cuando la situación epidemiológica así lo requiera.

La nueva normativa revisa las zonas de especial riesgo y de especial vigilancia establecidas en la orden ministerial por la gripe aviar del 2006. En el caso de Aragón, no hay novedades en este sentido. No hay ningún humedal de la comunidad que se considere de riesgo y siguen estando los mismo municipios que antes en la lista de zona de especial vigilancia. Se trata de un total de 110 localidades de las tres provincias que se encuentran en las proximidades de algún espacio natural con aves silvestres.

Un foco de Gerona y un caso en Cantabria

Estas medidas se adoptan ante el incremento de casos en la frontera con Francia y a detección en noviembre de un caso aislado en Cantabria. «Los principales factores que determinan el riesgo de introducción y circulación de virus de influenza aviar en el Reino de España son la situación epidemiológica de la influenza aviar en los países de nuestro entorno y la presencia de humedales con abundancia de aves silvestres migratorias en España», apuntan desde el MAPA.

Tan solo dos días después de publicarse esta nueva orden, se ha conocido un foco en España. La Generalitat confirmó la detección de gripe aviar en tres cigüeñas y una oca salvaje encontrados muertos entre el 5 y el 11 de enero en el parque natural de los Aiguamolls del Empordà (Gerona). Se trata de una cepa que no afecta a los humanos y que no se transmite por el consumo de carne y huevos, por lo que no se han impuesto restricciones al comercio de las aves de corral y sus productos.

A estas cuatro aves se suman al halcón peregrino afectado por el virus que detectó el Gobierno de Cantabria a finales del pasado mes de noviembre, que fue considerado «un caso aislado».