Cuando apenas faltan dos meses y medio para que la central térmica de Andorra pase a ser historia, el Gobierno central, las compañías eléctricas y los sindicatos acaban de sellar un acuerdo para el mantenimiento del empleo en las zonas mineras. El inminente cierre de las centrales de carbón supondrá un punto de inflexión en la economía de algunas comarcas, de ahí que el pacto tripartito haya sido muy bien recibido en esos territorios, porque debería evitar la destrucción de esos empleos y el inicio de la reconversión en estos territorios.

La térmica de Andorra es una de las instalaciones que dejará de estar operativa el próximo 30 de junio. Hasta entonces, entre empleos directos e indirectos, todavía se mantienen en la comarca unos 300 puestos de trabajo. Pues bien, el acuerdo fija la necesidad de que las empresas energéticas (en este caso Endesa) se comprometan con un plan de actuación y cierre que permita mantenerlos y revitalizar esta zona. «Habrá que recolocar plantillas, buscar inversores y explotar las posibilidades que ofrece la economía de la comarca», señalaron a este diario fuentes del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El acuerdo fue rubricado, de forma telemática, por la vicepresidenta y ministra del ramo, Teresa Ribera, los representantes de las grandes eléctricas y los responsables de CCOO Industria y UGT FICA. El documento recoge los compromisos de cada parte para apoyar a los trabajadores de Aragón, Andalucía, Castilla y León, Galicia, y Asturias. Este acuerdo se suma a los protocolos de actuación que el Ejecutivo central está firmando con los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos vinculados a las centrales térmicas en proceso de cierre para la realización de convenios de transición.

En el caso de Aragón, fuentes de Endesa señalaron que el pacto «está en línea con la estrategia de transición justa presentada por la compañía y en paralelo a las solicitudes de cierre de sus plantas». El proyecto de Andorra incluye el respeto de los puestos de trabajo de los 153 empleados de Endesa en la central y da prioridad a la contratación de trabajadores de las actuales empresas auxiliares para el desarrollo de las actividades de cierre y desmantelamiento de la planta. Estas tareas se prolongarán durante un periodo aproximado de entre 4 y 6 años y generarán alrededor de 130 empleos, con puntas de hasta 200.

PROYECTO FOTOVOLTAICO

Además, Endesa ya ha presentado un proyecto para construir un parque solar fotovoltaico de 50 megavatios (MW) de potencia en los terrenos de la central térmica de Andorra. El objetivo global es la construcción de 1.725 MW de potencia, de los que cuales 1.585 MW corresponderán a plantas fotovoltaicas y 140 MW a parques eólicos. Adicionalmente, se instalarán 160 megavatios de almacenamiento en baterías. El proyecto, que se ha diseñado en tres fases, finalizará en 2026.

La realización de estas instalaciones generará 4.014 empleos en la etapa de construcción y 138 empleos durante más de 25 años en las actividades de operación y mantenimiento de las instalaciones.

ANALIZAR CADA COMARCA

El pacto recoge la necesidad de estudiar cada comarca y, en este sentido, los agentes implicados en el acuerdo consideran que Andorra «saldrá bien librada» cuando comiencen a aprobarse y ejecutarse los proyectos. De hecho, las mismas fuentes consideran que han sido muchas las aportaciones realizadas por los agentes sociales, políticos y económicos durante todo el proceso.

Para el responsable de Minería de UGT, Alejo Galve, el pacto es «un paso más y necesario» para que se produzca una reconversión en la zona y haya posibilidad de recibir nuevas inversiones por parte de las empresas. También espera la formación y recolocación de empleados vinculados hasta ahora a la minería.