Clamor unánime en Aragón para que el Gobierno central ponga en marcha cuanto antes ayudas directas a la compra de vehículos. La propia consejería de Industria de la DGA, el clúster de automoción, los concesionarios y los sindicatos reclaman al Ejecutivo que actúe «con celeridad» y apruebe «ya» un plan de choque «fundamental» para un sector estratégico del que dependen en la comunidad casi 25.000 empleos directos (sin contar con los talleres y los concesionarios). Consideran que es la única vía para reactivar un mercado totalmente fulminado por la pandemia y para impulsar la producción tanto en la planta de PSA como en las auxiliares.

El Ministerio de Industria lleva varias semanas anunciando que está trabajando en un plan en este sentido, pero pasa el tiempo y sigue sin materializarse. Este jueves el secretario general de Industria, Raül Blanco, ha confiado durante una videoconferencia organizada por el proyecto Mobility City de la Fundación Ibercaja en que «pronto habrá buenas noticias». Sin embargo, el sector empieza a impacientarse y mira con cierta envidia a países como Francia, que acaba de anunciar un plan de ayudas al automóvil de 8.000 millones de euros.

El tiempo es crucial en una industria que no fabrica coches para almacenarlos. De hecho, todas las factorías, incluida la de Figueruelas, ya han dejado claro que la reactivación de la producción dependerá de las ventas. «El sector necesita las ayudas directas ahora; no se puede esperar a septiembre porque hay muchos empleos en juego», ha apuntado el gerente del clúster de automoción de Aragón, David Romeral.

En esta misma línea se manifiestan desde la consejería de Industria de la DGA, donde recuerdan que España es el segundo fabricante europeo de coches. «El Gobierno central debe hacer un esfuerzo y trabajar en un plan renove para estimular la demanda», indican las citadas fuentes.

Desplome de las ventas

La demanda de esas ayudas directas se produce en un momento en el que la pandemia ha desplomado las ventas de coches. Baste un dato: en Aragón se matricularon en abril 59 vehículos, frente a los 1.855 del mismo mes del año pasado. El clamor del sector se acrecentó aún más cuando se conoció la intención de Nissan de cerrar su planta de Barcelona, una noticia confirmada este jueves.

«No se trata de elegir entre automóvil o ecología, sino entre industria o debacle empresarial», ha subrayado el secretario del Metal de UGT Aragón, José Juan Arcéiz, que destaca el esfuerzo realizado en los últimos años por los empleados y las fábricas del sector.

La industria recuerda que las partidas destinadas a esas ayudas se recuperan por la vía impositiva. Blanco ha reconocido las actuales limitaciones presupuestarias, pero ha confiadoen que esas subvenciones serán una realidad pronto, si bien no ha concretado las cuantías ni los plazos. «No habrá recursos para todo, por eso debemos priorizar en aquellos sectores donde nos jugamos el pan y uno de ellos es el automóvil», ha dicho Blanco, que ha apuntado que el plan será «de fácil tramitación».