El Gobierno central desplegó más de 1.100 efectivos en Aragón durante la evolución de la borrasca Gloria para hacer frente a las distintas incidencias y emergencias que se produjeron desde el inicio de la fase de alerta, el pasado día 19, hasta su finalización.

Todo este contingente, formado por Guardia Civil, Unidad Militar de Emergencias (UME), personal de Carreteras, Dirección General de Tráfico, Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se coordinaron para dar respuesta de forma ininterrumpida para auxiliar y rescatar a personas aisladas así como para restablecer comunicaciones viarias y los suministros eléctricos y telefónicos.

Según informa la Delegación del Gobierno en Aragón, la Guardia Civil realizó durante los días del temporal más de 300 intervenciones de ayuda o rescates y alrededor de 1.500 auxilios informativos.

Los agentes de Tráfico del Cuerpo coordinaron su trabajo para embolsar alrededor de 900 vehículos en autovías y carreteras nacionales, mientras que 416 agentes se desplegaron en las tres provincias, con la ayuda de 140 vehículos y de un helicóptero, para restablecer la normalidad en situaciones de emergencia.

Además, la Guardia Civil realizó una veintena de servicios humanitarios, entre otros el rescate de persona de avanzada edad con diabetes y de una mujer y un niño de 8 años en Godos (Teruel), el auxilio de una persona trasplantada que necesitaba tratamiento en Linares de Mora (Teruel) o la evacuación de dos personas aisladas en la pedanía de Pietas (Zaragoza).

Por otra parte, la Dirección General de Carreteras del Estado habilitó un contingente de 400 personas para trabajar de forma ininterrumpida en la limpieza y adecuación de los más de 2.500 kilómetros de ejes viarios afectados.

Un total de 140 máquinas han recorrido de forma constante y en circunstancias climáticas adversas la red principal de carreteras de Aragón para restablecer la normalidad.

Según las fuentes citadas, durante el temporal fueron especialmente complicadas las tareas de restablecimiento de las comunicaciones debido a las caídas constantes de redes eléctricas y telefónicas.

Añaden que los trabajos en los centros de conservación continúan todavía en marcha debido a las grandes cantidades de nieve que quedan por retirar de los arcenes de las carreteras.

Además, la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, activó el martes pasado, a petición del Ejecutivo regional, a efectivos de la UME para el auxilio urgente a personas y para ayudar a las compañías eléctricas y telefónicas en los trabajos de recuperación de los suministros.

Desde ese momento, participaron 180 militares del Cuarto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM IV) que se repartieron entre las provincias de Teruel y Zaragoza con el apoyo de 60 vehículos propios, entre ellos cinco quitanieves, dos Transporte Oruga de Montaña (TOM), dos Transporte Oruga Acorazado (TOA), y una cargadora, una retrocargadora y una minimáquina.

La labor de estos efectivos permitieron a los técnicos de las empresas de suministro acceder a los puntos donde se localizaban las averías, instalar grupos electrógenos para las poblaciones más afectadas, e, incluso, rescatar a personas aisladas, entre otras un niño en situación de emergencia médica y un matrimonio de ancianos que fueron evacuados con raquetas de nieve.

Tanto el personal de la DGT como de la Aemet trabajaron al completo para dar información actualizada de la situación de las carreteras y de la evolución, minuto a minuto, del temporal.

Por otra parte, la CHE informó, antes de la irrupción de la borrasca, y sobre la base de las previsiones meteorológicas adversas previstas sobre la situación de los caudales.

El Comité Permanente de Avenidas constituido informó a los servicios de Protección Civil de la situación de las cuencas afectadas por las alertas meteorológicas, especialmente en las de los ríos Huerva, Martín, Aguasvivas, Guadalope y Matarraña, en la provincia de Teruel.

Con la información disponible, el Organismo de cuenca acometió maniobras preventivas de gestión de los embalses para que se encontraran en la mejor situación posible frente a posibles crecidas.

Así, en la madrugada del pasado día 22 se registró un incremento importante de caudales en la cuenca del Matarraña, los segundos más altos en los últimos veinte años, una situación que se dio también en las cuencas del Huerva y del Guadalope debido a la nieve acumulada.

Sin embargo, la gestión de las aguas permitió que los ríos no tuvieran crecidas relevantes desde un punto de vista de protección civil.

En los próximos días, todos los agentes intervinientes de la Administración General del Estado implicados en la gestión del temporal en Aragón se reunirán en los próximos días para "hacer balance y evaluación de daños".