En vez de Google se llama Chrodis. Y en vez de ser un buscador general se centra, exclusivamente, en ofrecer una relación de las mejores iniciativas a nivel europeo sobre enfermedades crónicas y envejecimiento activo. Este proyecto sanitarios (http://platform.chrodis.eu) se ha cocido a fuego lento durante tres años en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), que fue seleccionado por el Carlos III de Madrid para diseñar esta plataforma que ha revolucionado la forma de intercambiar el conocimiento.

Así, la prueba práctica es sencilla. Basta con escribir, por ejemplo, la palabra diabetes en esta plataforma y pulsar la tecla intro para descubrir en la pantalla del ordenador un índice extenso de diferentes investigaciones, artículos, videos o prácticas certificadas en relación a esta patología crónica. «Es pública, accesible para todo el mundo. Está dirigida a gobiernos, profesionales sanitarios, investigadores o pacientes y la sociedad en general», explica Cristina Blas, gestora y encargada de ayudar a los usuarios interesados en la validación o implementación de prácticas (Help Desk Manager).

Esta herramienta tecnológica se presentó a finales de febrero en el marco de la conferencia de la Acción Conjunta Chrodis de la Unión Europea, que tuvo lugar en Bruselas, y en la que participan 26 estados que buscan la detección e intercambio de buenas prácticas sanitarias.

«Chrodis está avalada por expertos. Esto supone que cada iniciativa que aparece ahí sido evaluada por reconocidos referentes en la materia siguiendo unos criterios científicos consensuados a nivel internacional, lo que garantiza la calidad y la utilidad de los contenidos», explica Enrique Bernal-Delgado, investigador senior de servicios de salud del IACS y responsable de la plataforma.

Valoración numérica

Si buscar una relación de patologías crónicas es fácil, también lo es aportar una iniciativa. «Se envía y, después, cada proyecto aportado recibe una nota antes de ser colgado públicamente. Este puede ir acompañado por videos o anexos relacionados que apoyan la documentación y ya validados», añade Blas.

Este buscador ofrece, por ejemplo, información sobre prevención de enfermedades cardiovasculares en mayores de 40 años en Italia, una práctica para fomentar la actividad física en Andalucía o un programa para mejorar la calidad de vida de pacientes de diabetes en Austria.

En total, más de 200 personas han participado en el desarrollo de Chrodis. «Estamos contentos y muy satisfechos con el resultado. Ha sido un esfuerzo de tres años, donde se han establecido unos criterios muy exigentes, pero los frutos recogidos han sido muy buenos», cuenta Blas.

La gestora de esta iniciativa asegura que «dado que funciona como un buscador» a Chrodis se le ha calificado en las últimas semanas como el Google de las enfermedades crónicas. «S centra en estas patologías, pero para el futuro quizás haya otras necesidades», dijo.