El café con leche es lo que más le gusta a William Tyler Lee Pearson, un estadounidense que estudia en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura, dentro del programa de movilidad de la Universidad de Zaragoza (Unizar) con Norteamérica, Asia y Oceanía. «Vine a Zaragoza porque es una ciudad que no es grande ni pequeña con mucha variedad cultural, histórica y arquitectónica. Además hay un ambiente en el que puedes relajarte, hablar, disfrutar y relacionarte con gente de muchos sitios», describió.

Este estudiante es uno de los 547 alumnos extranjeros que han llegado, por el momento, a la comunidad. «Más o menos estamos dentro de las líneas aunque, dentro del panorama español, no alcanzamos las cifras de otras universidades», indicó el vicerrector de Internacionalización, Francisco Beltrán, tras el recibimiento a los jóvenes que han iniciado este curso en la capital aragonesa. Asimismo, estima que 1.080 universitarios aragoneses estudiarán este año fuera del país a través del programa Erasmus, que cumple su 30 aniversario.

Lilianne Beola Guibert vino a tiempo para disfrutar de las fiestas del Pilar y le recuerdan a los carnavales de La Habana. «Es una fiesta multitudinaria, con mucho júbilo y la gente es muy maja, de hecho, lo que más me gusta son las personas», destacó. Esta cubana llegó a Zaragoza en septiembre para realizar su doctorado en Ciencia Analítica en Química.

El curso pasado, Zaragoza, Huesca y Teruel acogieron a 2.242 alumnos de 70 nacionalidades. En ese momento, los universitarios procedentes de China le arrebataron el primer puesto a los italianos, que hasta entonces habían liderado el ránking en número de estudiantes que venían a la comunidad. En total, se desplazaron 434 chinos y 315 italianos, seguidos por los 314 vietnamitas y los 207 franceses. Esta afluencia china podría deberse a las numerosas relaciones de la DGA con el país, al convenio con varias universidades públicas de China o a la apertura del instituto Confucio en Zaragoza que aporta «una gran visibilidad de la universidad en China», señaló Beltrán.

Qiankun Huang, un estudiante chino que participa desde hace cuatro años en el programa 1+X de la Facultad de Economía, eligió Zaragoza para evitar el estrés que vive en su país. «La gente en China siempre está muy ocupada y va corriendo a todos los lados. Aquí puedes disfrutar de la tranquilidad y es algo que me hace muy feliz». Sin embargo, el idioma le ha costado un poco más debido a las numerosas diferencias entre ambos lenguajes. «Aprender español me sigue costando pero, como dicen aquí, voy poco a poco», indicó.

Desde Italia, Martina Pierdomenico llegó hace un mes para finalizar sus estudios de Derecho. Esta ya es su segunda beca Erasmus con la que ha decidido regresar a España. «La primera vez estuve en León y aquí, la gente es mucho más abierta y está más acostumbrada a tratar con personas de diferentes culturas», indicó. El frío es algo que también le llama la atención, como a Guibert, aunque la italiana presiente «que me va a gustar mucho», concluyó.