Una auditoría medioambiental realizada por la empresa Natura sobre los planes industriales y urbanísticos promovidos por la firma vasca Areus en el Monte de Osera, en el término municipal de Villafranca de Ebro, considera inviable el proyecto por ser contrario a "los principios de protección de la naturaleza reglamentados por la normativa comunitaria, nacional y autonómica, siendo incompatible con los principios de conservación que el cumplimiento de la legislación exige".

El estudio, realizado a instancias del anterior equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Osera de Ebro, responde al proyecto denominado Araebro para la construcción de un serie de explotaciones en el Saso de Osera, con una superficie de 6.000 hectáreas.

El proyecto incluye la construcción de un complejo industrial, dos parques eólicos, un coto de caza, una explotación agropecuaria, una planta de vertido de residuos industriales y un área de servicios que incluye un campo de golf, y zonas residenciales y hoteleras.

Según la auditoría, el área para desarrollar estos proyectos se encuentra catalogada dentro de la red Natura 2000 y, para la protección de sus valores medioambientales, ha sido declarada Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de especial protección del Cernícalo Primilla y Area Importante para las Aves (IBA).

INCOMPATIBLES De los seis proyectos analizados en el estudio, sólo los de explotación cinegética y agropecuaria podrían ser compatibles con el medio ambiente, "siempre y cuando se integren dentro de los planes de gestión específicos del lugar legislados por un Plan de los Recursos Naturales, en fase de elaboración", afirman los autores de la auditoría.

En opinión de los técnicos, los restantes proyectos inciden en mayor o menor medida sobre el medio y los posibles impactos ambientales están asociados a cambios de morfología del terreno, destrucción de vegetación, modificación de los usos del suelo, afecciones a la fauna, aumento de los procesos erosivos, utilización de acuíferos y otros.

Por otra parte, según el estudio, cada uno de los cuatro proyectos rechazados cuenta con una serie de impedimentos técnicos y ambientales. Así, el campo de golf se planea construir en una zona con muy escasa disponibilidad de agua; la orografía del relieve en el terreno para polígono industrial es muy accidentada y cuenta con vegetación gipsícola (arbustos que crecen en zonas de yeso); el vertedero se quiere ubicar en un lugar con procesos erosivos muy acusados; y la superficie para los parques eólicos es muy reducida para esta infraestructura.