Unos 3.500 efectivos de medio centenar de instituciones, organismos y entidades civiles y militares participan esta semana en el Ejercicio Conjunto Combinado (ECC) Aragón 2019, un simulacro que pone a prueba en las comarcas de La Jacetania, la Hoya de Huesca y Alto Gállego la capacidad de respuesta de estas unidades ante emergencias. El ensayo, que comenzó ayer y que se desarrollará hasta el viernes, llegará a alcanzar el nivel de alerta 3, el máximo, y contará con escenarios como grandes nevadas, la rotura de una presa o el riesgo químico.

Precisamente, la prueba tuvo su inicio en la mañana de ayer con la activación del Centro de Coordinación Operativa (Cecop), el órgano superior que ejerce funciones de mando y control. Lo hizo con una simulación en la que zonas del Pirineo y de Huesca Centro alcanzaban el nivel rojo por fuertes nevadas, con incidencias importantes la red de carreteras como el embolsamiento de camiones. Comenzó, así, con el primer estadio de emergencia que llevó a activar el Plan Territorial de Protección Civil de Aragón (Platear) y el Especial ante el riesgo de Inundaciones en Aragón (Procinun). Más tarde, ante la evolución desfavorable de los hechos, se declaró el nivel 2, que requiere medios y recursos no asignados al Platear y a solicitar la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

«A partir de hoy -por ayer- comenzamos con la utilización de todos los medios propios de los municipios, las comarcas, las diputaciones provinciales y el Gobierno de Aragón para intentar ponerlos a prueba ante las situaciones de emergencia», explicó la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, quien precisó que la comunidad aporta unos 500 efectivos y que también participan empresas que prestan servicios públicos como las eléctricas o las de telefonía. «Intervenimos un pack espectacular», aseveró. «Como mañana -por hoy- serán insuficientes estos medios propios, tendremos que solicitar al Estado que se active el nivel 3 de emergencias, que nunca ha sido necesario activar en este país, y pedirles ayuda», avanzó la directora.

Júlvez, además, preside el Cecop y dirige el plan que se activó ayer desde una sala instalada en el edificio Pignatelli que simula a la auténtica del Centro de Emergencias del 112, con el fin de no interferir en el trabajo diario de este servicio. Además del centro de Zaragoza, un Puesto de Mando Avanzado (PMA), compuesto por un todoterreno dotado de alta tecnología, se instaló en Villanúa con el fin de ofrecer apoyo logístico en el lugar del incidente y coordinar las unidades desplazadas.

ALUDES Y PRESAS

La directora adelantó que durante este simulacro se va a desarrollar «algún movimiento sísmico», así como la rotura de una presa e incluso contemplará el riesgo químico. En concreto, el ejercicio simula un escenario de inundaciones que llevará aparejados, entre otros, riesgos medioambientales y tecnológicos, además del colapso de infraestructuras, lo que llevará a solicitar la activación del nivel 3 de alerta al Ministerio del Interior. Entre las situaciones que se recrearon ayer se cuentan un alud que afectó a vehículos en el Portalet o el rescate de unos senderistas en La Garcipollera.

En el Cepoc participa un comité formado por la Delegación del Gobierno, 061 Aragón, la Agencia Estatal de Metereología, la Dirección General de Carreteras del Ejecutivo autonómico, la Guardia Civil, servicios de Protección Civil de la Diputación de Huesca y la Dirección General de Protección Civil del Ministerio del Interior, además de representantes de la UME y de la Administración General del Estado.