El tramo de la Gran Vía situado entre la calle Royo y la plaza Paraíso quedará reducido a un único carril de circulación a partir del martes. El estrangulamiento de la vía se prolongará durante once días y se debe a las obras de renovación de la tubería de abastecimiento principal.

La conducción afectada es de 150 milímetros de diámetro y abastece a las fincas de Gran Vía de los números 3, 5, 7 y 9. Esta tubería, de casi 70 años de antigüedad, es de chapa de acero y está completamente corroída. Su mal estado origina frecuentes filtraciones de difícil control. De hecho, el pasado día 17 fue preciso instalar unas tuberías provisionales aéreas para garantizar el suministro a las viviendas y evitar que las fugas afectaran a los inmuebles próximos.

El servicio municipal de Conservación e Infraestructuras considera imposible acometer una reparación y ha optado por sanear este tramo de tubería, el único que queda pendiente después de que hace siete años se modernizase el sector comprendido entre las calles Lagasca y Royo.

La intervención afectará al tráfico que se dirija desde Gran Vía al centro de la ciudad, ya que las máquinas ocuparán el carril más inmediato a la acera.