La apuesta de los propietarios de Grancasa por dar un giro a su oferta y transformarse en un espacio gastronómico de referencia en Zaragoza conllevará un desembolso de 5,42 millones de euros solo en la ejecución de unas obras que durarán menos de un año. La reforma de su segunda planta que reorganizará todos los locales de restauración concentrándolos en el ala oeste del edificio y conlleva una reducción de 2.000 metros cuadrados de la superficie útil para establecimientos comerciales que se ganan en las zonas comunes, que en el futuro no solo serán de tránsito sino de ocio.

La actuación prevista comprende la zona de pasillos y plazas interiores y la cubierta. Con 450 metros cuadrados más de superficie acristalada que incluye, principalmente, la creación de un gran lucernario en la plaza principal de este espacio gastronómico nuevo y, como novedad, con el cubrimiento de la terraza exterior presente en el extremo oeste del edificio.

No solo se trata de impulsar la actividad de un food-court, el espacio de restauración similar al que se estrenó en el 2015 en Puerta Cinegia en Zaragoza, sino como filosofía general también ampliar los elementos de uso gratuito. Entre ellas la posibilidad de ofrecer a los futuros clientes wifi gratuito, acceso libre a internet para todos los usuarios. Pero también habilitar zonas de libre asiento para visitantes y comensales, y una entreplanta ocupada también con juegos infantiles, una zona equipada con toboganes y otras atracciones para niños.

Con todo, los 8.803,06 metros cuadrados de superficie útil en los que se pretende actuar reserva 3.314,74 para locales y restaurantes, 2.202,37 para esa zona de estancia, 437,87 para juegos infantiles y los 169,63 metros cuadrados de nueva terraza interior, entre otros. Nuevos baños, kioscos en pasillos interiores donde también se podrá tapear, espacios de terraza donde comer... Así será la nueva Grancasa en el 2018, que es cuando los propietarios quieren estrenar este icono gastronómico en la capital aragonesa. Todo depende de cuándo empezar los trabajos, para los que ya tiene permiso del ayuntamiento.

En realidad, lo que se planteaba en la propuesta, que se conoce en el consistorio desde el año pasado, era una modificación de la licencia actual, de manera que todo ha sido más ágil que iniciar un proyecto desde el inicio. No ha habido reparos, tampoco debate entre los grupos municipales y el camino se allana para agilizar los trabajos.

Mientras los dueños dan el pistoletazo de salida, siguen incorporando marcas a esa nueva segunda planta del centro comercial, con mejores prestaciones, consideran, para los clientes y una apuesta decidida en la inversión. A esos 5,4 millones habrá que sumar el desembolso que cada local tendrá que hacer para acondicionar sus instalaciones, de manera que el coste es aún mayor a esta cifra en el global.