El desfile de la Guardia Civil, que cada año se desarrolla en una ciudad española distinta, contó con extraordinarias medidas de seguridad. Los accesos a Independencia estaban discreta pero intensamente vigilados en todo su perímetro y además tiradores de élite de la Benemérita habían tomado posición en las azoteas de los edificios del paseo de la Independencia. El desfile se desarrolló sin que se produjeran incidentes dignos de mención, según indicó la Policía Local.