El coronavirus ha asestado un duro golpe al comercio en general y a las grandes superficies en particular. En el 2020, la pandemia obligó a que estos complejos estuvieran cerrados casi una cuarta parte del año en Aragón, según el informe anual de la patronal que fue presentado esta misma semana. El efecto del covid, que todavía está por cuantificar, supuso que más de 1.110 locales bajasen la persiana y 33.000 personas no pudieran trabajar durante 72 días hábiles.

Puerto Venecia, Grancasa, Aragonia, el centro comercial Alcampo en Utebo, La Torre Outlet, Augusta y los Porches del Audiorama son solo algunos de los complejos que sufrieron la contundencia de la pandemia en Zaragoza. La incógnita es saber cuánto tiempo sobrevivirá este modelo de negocio que en Aragón está sobredimensionado. Ninguno de estos centros comerciales ha facilitado datos sobre el balance del 2020 en cuanto a afluencia y facturación, pero el impacto ha sido evidente.

La comunidad suma 14 centros y parques comerciales, que engloban una superficie bruta alquilable de 698.121 metros cuadrados y 33.062 plazas de aparcamiento. Se trata del 4,3% de la superficie nacional, según el último balance de la Asociación Española de Centros Comerciales (AECC), que coloca a Aragón a la cabeza en densidad comercial con 525 metros cuadrados por cada 1.000 habitantes. Es la undécima comunidad más poblada y, sin embargo, la que más locales tiene en relación a sus potenciales clientes locales.

Pese a ello, el presidente de la AECC, Eduardo Ceballos, considera que la comunidad tiene músculo comercial y señala que la pandemia es un «bache» del que se saldrá. El hecho de que Aragón esté en una posición de centralidad alienta la tesis de que el sector tiene futuro, pero hay también muestras de que algunas grandes superficies comienzan a languidecer. «Siempre que hay una crisis puede haber víctimas», señala Ceballos, si bien sostiene que esta «será corta». Y pronostica «una reconversión» fruto de la evolución del negocio.

El balance del 2020 en el conjunto de España refleja una cada de las ventas del 29% hasta los 33.392 millones. La afluencia, por su parte, se desplomó un 34%, hasta 1.292 millones de visitantes. Pese a esto, el gasto medio de los consumidores se incrementó cerca de un 7% el pasado año respecto al 2019. «Las compras fueron más planificadas y racionales», apuntó Ceballos.

Integración de modelos

La eclosión del comercio electrónico es otra de las causas de que hace que se vislumbre un horizonte con nubarrones, aunque el presidente de la AECC asegura que se tiende a la «integración del comercio físico y el electrónico». Pero las grandes superficies «seguirán creciendo». De hecho, detalla que en el 2020 no ha cerrado ningún complejo y se han producido inauguraciones como la de La Torre Outlet en Zaragoza. En estos momentos ya hay más empleados en los centros comerciales que en el comercio tradicional en Aragón.

Un ejemplo del sobredimensionamiento del sector en la comunidad es El Corte Inglés, que suma más de 2.000 puestos de trabajo y cuenta con tres centros (Independencia, Sagasta y Puerto Venecia) a los que hay que sumar los outlet de la carretera de Logroño (en La Torre Outlet) y Grancasa, así como los Hipercor de Puerto Venecia y el centro comercial del Actur. Precisamente, el gigante español anunció ayer que recortará su plantilla en 3.000 personas en toda España, aunque se dará prioridad a las voluntariedades.

A juicio de Dioscórides Casquero, experto en Comercio, lo que ha pasado en Estados Unidos y está ocurriendo en centro Europa llegará tarde o temprano a España. El impacto de la caída de este modelo tendrá unas consecuencias más dramáticas en Aragón. De hecho, hay ya hay más asalariados en estos centros que en el comercio tradicional.