Las grandes superficies se suman hoy a la campaña de rebajas de verano que el pequeño comercio inició, con desigual interés, el pasado 21 de junio, y que se prolongará hasta finales de septiembre. "Esta temporada ha sido bastante mala en cuanto a ventas, pero hay que esperar a ver cuál es el comportamiento del consumidor, que en verano reparte su consumo con vacaciones y ocio, para hacer un balance", afirmó ayer Vicente Gracia, de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia.

Las asociaciones de consumidores aconsejan por su parte solicitar el comprobante de compra, ya que el nuevo periodo de garantía de los productos es de dos años, y exigir derechos como el pago con tarjeta de crédito en aquellos establecimientos que así lo admitan el resto del año, o comprobar el etiquetado correcto con el precio de origen y el rebajado.

Tal y como adelantó este diario, por primera vez en verano el pequeño comercio ha podido adelantar las rebajas, al igual que ya lo hiciera en invierno. Pero el seguimiento ha sido bastante escaso, y sólo durante estos últimos días se han animado algunos de ellos, sobre todo los distribuidos junto a grandes superficies, a colgar el cartel en los escaparates. "Durante los primeros días hubo cierta desinformación que pronto fue subsanada. Porque el adelantar estas ventas responde a la petición realizada por los propios comerciantes", añadieron desde el Gobierno aragonés. De hecho, el periodo de duración de las rebajas es voluntario, aunque dentro de unas fechas y por un tiempo máximo y mínimo.

No obstante, desde hace años se está pidiendo una reflexión en torno a las rebajas. La aparición a lo largo del año de diferentes campañas de promociones y descuentos, muchos de ellos unas auténticas rebajas encubiertas, está confundiendo al propio consumidor. De ahí la necesidad de una autorregulación del propio empresario.