La fuerte granizada que por momentos cayó el lunes en buena parte de la provincia de Zaragoza causó importantes daños en algunas explotaciones agrarias de las comarcas de Cariñena, Calatayud, Daroca y Ribera Baja del Ebro. La tormenta, cuya intensidad varió mucho en función de la zona, no provocó mayores afecciones porque la mayoría de los campos de cereal ya están cosechados. El pedrisco causó algún daño en árboles frutales de la zona del río Manubles, mientras que la viña fue uno de los cultivos más afectados.

En este sentido, el término municipal más golpeado fue el de Villanueva de Huerva (Cariñena), donde las bolas de granizo (en algunos momentos como pelotas de golf) arrasaron el 90% de sus viñedos. Según el sindicato UAGA, en algunas parcelas «solo quedaron los sarmientos».

«De los 14 municipios que conforman la Denominación de Origen Cariñena, Villanueva de Huerva y Tosos son los dos que menos viñedo tienen, así que en el cómputo de la DO la afección del pedrisco ha sido pequeña», resumió ayer a este diario el presidente de la denominación, Ignacio Casamitjana, que apuntó que en la superficie de la DO cayó una media de 15 litros.

Los 42 viticultores asociados a la Cooperativa Nuestra Señora del Pilar de Villanueva de Huerva fueron sin duda los más afectados por el granizo. «He sufrido daños en mis viñas, pero peor parado ha salido el cereal que me quedaba por recoger; ha arrasado todo», lamentó Ricardo Navarro, un agricultor de la zona que recordó que este territorio es más cerealista que de viñedo.

En la comarca de Calatayud se registraron daños (de en torno a un 30%) en las explotaciones frutícolas de Maluenda, Velilla y Codos, mientras que la mayoría de parcelas de cereal ya estaban cosechadas. «Los daños en la cebada, que aún estaba pendiente, ronda el 25%», indicó UAGA

En Campo de Daroca, la tormenta causó importantes daños en Retascón, Villarroya del Campo, Langa del Castillo, Torralbilla, Villarreal de Huerva y Mainar. En este último municipio, por ejemplo, aún no se había recogido el cereal de regadío, mientras que fincas de maíz también se vieron afectadas. Lo mismo ocurrió en parcelas de lentejas de Langa y Torralbilla.

En la Ribera Baja el granizó cayó en una zona localizada del término de Fuentes de Ebro, afectando a explotaciones de cebolla que estaban a punto de recogerse. En zonas de la provincia, la piedra también rompió cristales y canalones y abolló coches.