Las fuertes precipitaciones de lluvia y granizo que descargaron en la tarde del domingo en la comarca de Calatayud destruyeron en torno a 500 hectáreas de diferentes tipos de cultivo, desde frutales a campos de maíz y de cereal.

Así lo aseguró ayer Alberto Ortego, agricultor de Paracuellos de Jiloca y responsable del servicio de Atria de la vega de Calatayud, que explicó que esa zona de Aragón lleva cinco años consecutivos de siniestros agrarios sin recibir apenas ayuda de la Administración.

«Donde el granizo no ha destruido todo resulta que la fruta está rayada, es decir, rozada, de forma que pierde gran parte de su valor y se tiene que derivar a la producción industrial», añadió Ortego, que subrayó que las pérdidas ascienden a varios millones de euros, sin poder precisar una cantidad debido a que es preciso realizar un minucioso peritaje de la zona afectada.

El agricultor señaló que se vieron afectados por el pedrisco alrededor del 80% de los cultivos, en mayor o menor medida unos que otros.

«La fruta marcada se paga a entre 10 y 12 céntimos el kilo, lo que significa que no se cubren los costes de producción, que van desde lo que cuesta la recogida a las labores de tratamiento de los árboles entre otros factores», indicó.

En este sentido, Ortego manifestó que los seguros agrarios no cubren los daños, dado que no comprenden más que una parte de las tierras cultivadas y, además, existe un sistema de franquicias que hace recaer sobre el productor una parte del coste. Al final, aseguró, se cobra un 30% de la cantidad asegurada.

«Esta tormenta ha sido la puntilla para la comarca de Calatayud, porque el granizo cayó en varios términos desde Terrer hasta Castejón de Alarba y Paracuellos, en la vegas del Jalón, el Jiloca y el Ribota», declaró el agricultor. Ante esta situación, Alberto Ortego criticó lo que denominó «pasividad de la Administración aragonesa» hacia la comarca Comunidad de Calatayud, con el consiguiente deterioro del nivel de vida de las familias que viven de la agricultura.