Los agricultores del entorno de Calatayud están viviendo un año meteorológico para olvidar. Las heladas de marzo y abril ya mermaron las cosechas, la ola de calor de principios de julio golpeó algunas explotaciones de cereza, pera y manzana y la granizada del lunes ha acabado por arrasar todas las expectativas de una cosecha «medio decente».

Aunque todavía no se han cuantificado las pérdidas, la organización agraria UAGA advirtió que el pedrisco y la intensa lluvia que cayeron en torno a las 20.00 horas del lunes en las comarcas de Calatayud y del Aranda han dañado, cuando no arrasado, cientos de hectáreas de frutales (sobre todo melocotón y manzana), viñedo, almendro y olivar. «Los agricultores de toda esta zona ya están cansados porque a las inclemencias del tiempo se suma la crisis de precios; algunos ya nos han dicho que este año abandonarán sus explotaciones», lamenta el responsable del sector frutícola de UAGA en la zona de Calatayud, Alberto Ortego, quien recordó que los profesionales del campo son los que mantienen vivo el medio rural.

Los municipios de Aniñón, Cervera de la Cañada y Moros fueron los más afectados, ya que la granizada arrasó «el 100%» de los campos frutales, de viña y de almendro. «En Villalengua, Villarroya de la Sierra, Ateca o Bubierca estimamos que han podido quedar dañadas la mitad de las explotaciones», apuntó. La pedregada fue tan fuerte que incluso algunos árboles frutales tendrán que ser arrancados. Por ello, UAGA pidió al Gobierno de Aragón que establezca una línea de ayudas de emergencia para mitigar los problemas económicos que están padeciendo los agricultores de la zona. «No hay que olvidar que esta es la zona donde se registran más tormentas», indicó.

Lo peor, sin duda, es que la granizada además de intensa fue larga. «Aquí en Aniñón duró casi media hora, lo que hizo que hasta las olivas aberquinas, que se agarran mucho al árbol, acabaran por el suelo», destacó José Luis Sánchez, que cuenta con 150 héctareas de almendro (cuya cosecha iba a comenzar pronto) en la zona. «Mis campos también están arrasados», lamentó.

En este municipio también se vio muy afectado el melocotón, cuya recolección había comenzado hace una semana. «El problema es que esto es la gota que colma el vaso porque llevamos muchos años con unos precios en la fruta de hueso irrisorios; algo hay que hacer», indicó el alcalde de Aniñón y agricultor, José Manuel Sebastián. UAGA ya denunció la pasada semana la situación crítica que viven los fruticultores aragoneses por los bajos precios. De hecho, el sindicato prevé convocar protestas junto a otras organizaciones a corto plazo.

EL APOYO DE BANTIERRA

Los agricultores afectados por la granizada del lunes se afanan en cuantificar sus pérdidas para tramitar los siniestros ante Agroseguro. Precisamente, esta entidad afirmó ayer que los daños causados por las tormentas están cubiertos. Por otra parte, Bantierra va a poner en marcha un plan de ayudas con líneas de financiación especiales para apoyar a los afectados, unos créditos destinados a los agricultores y empresas que hayan sufrido la pérdida total o parcial de sus cosechas.

También se pronunció sobre este asunto el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, quien visitó ayer las zonas afectadas. Allí se mostró partidario de «garantizar una renta mínima básica para todos los agricultores, que les permita continuar con el trabajo después de estos siniestros».