El terrorista arrepentido de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) Fernando Silva Sande estrenará una nueva prueba neurológica que, siguiendo la estela de la prueba P-300, tratará de arrancar de su cerebro el recuerdo de dónde enterró al empresario zaragozano Publio Cordón. Silva Sande reconoció haber secuestrado al industrial zaragozano en 1995 y haberlo enterrado en el Mont Ventoux, en Francia, pero pese a su ayuda la Guardia Civil aún no ha podido ubicar la tumba y desenterrar sus restos, si se conservan.

Según adelantó Efe, el neurólogo José Ramón Valdizán, en colaboración con la psiquiatra forense Cristina Andreu, someterán a Silva Sande a una nueva prueba, la N-400, basada en el análisis de otra onda, además de a la ya célebre P-300. Esta ha sido probada, aún sin éxito conocido, para encontrar los cuerpos de Pilar Cebrián y Marta del Castillo, rastreando los cerebros de Antonio Losilla y Miguel Carcaño, respectivamente.

Esta nueva onda, cuyo análisis se realizará en Zaragoza --en fecha aún por fijar, según confirmó al abogada de Silva Sande, Natalia Crespo-- "se aproxima más a una prueba de la verdad", según explicó el doctor Valdizán, ya que en lugar de evocar la memoria --dónde se ha estado-- busca reacciones a lo que no es cierto para el cerebro. Pero la mecánica es similar a la anterior, en base a las reacciones a imágenes y textos.