Greenpeace alertó ayer sobre la alta presencia de pesticida DDT en el río Cinca, afluente del Ebro, debido a los vertidos de la empresa Montecinca --ubicada en Monzón--, que están contaminando la cadena alimenticia de la fauna local (cadena trófica), lo que pone en riesgo el medio ambiente y la salud pública. Así lo explicó en Zaragoza el director de campañas de Greenpeace España, Mario Rodríguez, durante la presentación del informe DDT en España, un caso único en Europa , quien calificó esta situación de "escándalo ambiental al que hay que poner coto".

Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) confirmó por la tarde en un comunicado la existencia de la contaminación e indicó que realiza actualmente una auditoría para conocer la procedencia de esta substancia.

Rodríguez explicó que la empresa Montecinca, que está asociada a una multinacional norteamericana, es la única de la Unión Europea que utiliza DDT en el proceso de producción de dicofol ("insecticida altamente tóxico y tremendamente peligroso"). Según datos de Naciones Unidas, esta fábrica produce anualmente la mitad del dicofol que se utiliza en el mundo.

El DDT es un pesticida que durante décadas tuvo un uso agrícola y forestal, pero debido a su impacto medioambiental se prohibió casi universalmente, y desde entonces numerosos investigadores han documentado los riesgos de este producto para los seres humanos y para la vida salvaje en general.

En el mes de junio, la organización ecologista realizó una toma de muestras de sedimentos en el canal de desagüe por el que dicha empresa vierte al río, y los análisis realizados por la Universidad Autónoma de Madrid sobre las muestras revelan "una alta contaminación por DDT".

Los resultados apuntan que la concentración encontrada en los sedimentos recogidos por Greenpeace (75,32 partes por millón) es 2.140 veces superior a los resultados de análisis realizados por la CHE en el punto de muestreo más cercano (0,0357 ppm) y supera en más de 3.000 veces los Valores Objetivos de Calidad establecidos por el organismo regulador.

Por su parte, la CHE asegura que hace cuatro meses encargó un estudio especial a una consultoría externa para conocer si existe algún vertido o residuo no controlado de la citada empresa.