Hostelero

En 1988 montó el restaurante español Don Quijote en Berlín, un lugar imprescindible para los que quieren conocer nuestra gastronomía en Alemania. Allí conocen nuestros vinos o la clásica paella. Una pequeña embajada aragonesa cuyo dueño presume además de pasión por el Real Zaragoza.

--Con lo maño que parece que es usted se nos va hasta Berlín...

--Sí, incluso en Berlín todos me conocen como el maño. Yo he vivido toda la vida en las cocinas. Empecé en el restaurante Flor de Zaragoza, en la plaza de España, y después de recorrer todo el país, llegué a Alemania porque me enamoré de una alemana...

--¿Y allí montó el Don Quijote?

--No, no, allí trabajé en varios restaurantes italianos, en donde aprendí mucho de esa cocina. Y finalmente decidí montar mi propio negocio al ver que los españoles que había dejaban mucho que desear en su oferta. Yo fui el primero que puso las tapas y el primero que incorporó la crema catalana a los postres.

--¿A su restaurante van alemanes o españoles?

--Van alemanes. Con una posición media alta. Presumo, además, de tener una gama de vinos de categoría.

--¿Y los alemanes entienden?

--En vino más que los españoles. El alemán es una persona que está siempre intentando aprender, probando italianos, franceses, españoles. Entiende.

--Y de gastronomía?

--Es un cliente muy tranquilo que sabe pagar y sabe aceptar la comida que le das, y encima critica en el sentido positivo.El alemán tiene paladar, no sólo come ajos y patatas. Tengo clientes que tienen su casa en España y ya conocen la gastronomía. Me han dicho que han comido paellas allí mejor que en España.

--¿Es caro comer en Alemania?

--No, yo veo Zaragoza, demasiado caro en comida y bebida.

--¿Ofrece algún plato de la gastronomía aragonesa?

--Sí, el pollo a la chilindrón. Y hago muchas veces natillas y torrijas. Me llevo vino de Cariñena, porque yo nací en Aguarón, pero te voy a decir que veo el vino aragonés es demasiado caro... No pueden competir con un rioja, entre otras cosas porque el rioja ya es conocido.

--¿Piensa regresar a su tierra?

--A trabajar no. De vacaciones y cuando termine aquello a levantar los pies encima de una mesa y a ver el sol...

--¿Cómo ve Zaragoza desde la distancia?

--Fíjate que incluso vengo a menudo a ver al Real Zaragoza. Veo una ciudad que es grande y pequeña a la vez. Creo que le falta un poco de clase. Seguramente está en nuestra forma de ser que somos muy abiertos, pero nos falta un poco de estilo en las personas.