Los grupos de alumnos que cursarán la asignatura de Religión el próximo curso escolar crecerán este año hasta un 20% pese a que la materia, tras la orden aprobada hace unos meses por el Departamento de Educación, reducirá su horario de 90 a 45 minutos semanales. El motivo de este crecimiento se basa en la apertura de nuevos centros, pero principalmente está fundamentado en provocar escasos trastornos en su profesorado que, tras la rebaja horaria, alertó de que podían perder su puesto de trabajo.

Ante esta situación habrá colegios que tendrán solamente siete estudiantes cursando Religión, una ratio muy baja que contrastará, sin embargo, con los más de 20 en otras asignaturas. «El departamento ha flexibilizado los grupos para que, en vez de que se produzcan agrupaciones, haya desdoblamientos, permitiendo ratios más bajas. De esta manera, se trata de que la reducción a 45 minutos de la materia a partir de este año tenga las afecciones mínimas posibles en sus docentes», según precisaron ayer fuentes de la consejería dirigida por Felipe Faci.

El acceso de los profesores de Religión a los colegios está regulado por los acuerdos con la Santa Sede y se les paga desde el Ministerio de Educación. Es decir, no dependen del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón y, además, tampoco han superado una oposición. Por eso mismo no pueden impartir otras materias que no sean Religión, de ahí que la fórmula de flexibilizar las ratios y mantener grupos con pocos alumnos haya sido la adoptada. Por su parte, los profesores de otras materias son funcionarios de carrera o interinos que sí pueden dar clases de otras asignaturas.

El aumento de estos grupos de Religión también ha despertado algunas críticas, ya que miembros de la comunidad educativa consideran que tener 25 estudiantes en Lengua o 27 en Matemáticas «no es de recibo» y, en este sentido, apuntan que «también se podrían bajar las ratios, hacer grupos más pequeños y dar trabajo a los interinos, por ejemplo», señaló el profesor de un colegio de Zaragoza. «A los docentes de Religión se les mantiene para que tengan trabajo, pero también nos gustaría que los interinos que se han tenido que ir pudieran venir para dar apoyo en varias clases que podrían dividirse en dos», añadió.

«Hay colegios que tienen 10 alumnos en un grupo de religión y 25 en Lengua. Los chicos necesitan comprensión lectora, razonamiento y para eso es fundamental que el número de estudiantes en clase no sea muy alto», precisó este docente, quien consideró que las ratios para Religión «se han confirmado muy tarde». «Si hubieran avisado el 1 de julio, trabajamos con más previsión, pero nos lo dijeron el 30 de agosto. Ahora hay que cambiar horarios y planificación», dijo.