La Guardia Civil decomisó anteayer durante varias inspecciones realizadas en el barrio zaragozano de Casetas más de 11.000 artificios pirotécnicos expuestos para su venta en establecimientos comerciales y puestos ambulantes, que no habían sido controlados previamente por el Instituto Armado.

Los 11.185 productos intervenidos se suman a los 3.400 confiscados días atrás en comercios de Zaragoza, en el marco del Plan Extraordinario de Inspección de Artificios Pirotécnicos acordado en la Junta de Seguridad previa a la celebración de las fiestas del Pilar. Según explicaron fuentes del instituto armado, aunque el control de la venta de este tipo de artefactos está entre las competencias atribuidas al Cuerpo, este año se ha intensificado por su relación tangencial con el terrorismo. No porque vayan a ser utilizados como armas, sino por el susto que pueden generar en una aglomeración -por ejemplo, en el pregón-, generando una estampida de consecuencias imprevisibles.

Los artificios intervenidos en Casetas estaban clasificados dentro de las categorías F1 (muy baja peligrosidad y nivel de ruido insignificante) y F2 (baja peligrosidad y bajo nivel de ruido), con distancias establecidas para su manipulación ante personas de uno a ocho metros. Fruto de su decomiso, los agentes tramitaron siete denuncias por infracción administrativa, sumadas a las siete denuncias de la incautación de hace unos días.