La Guardia Civil ha desmantelado en la localidad barcelonesa de Ripollet la mayor plantación de marihuana detectada hasta ahora en Cataluña, una droga que iba a ser distribuida por Europa, en una operación desarrollada en Barcelona y Huesca.

Los responsables de la benemérita han explicado hoy en la sede de la comandancia del cuerpo en Sant Andreu de la Barca los detalles de un caso bautizado como Oscaphone, que se ha desarrollado de manera simultánea en Barcelona y Huesca y que también ha permitido desarticular una organización dedicada al robo de tiendas de telefonía móvil.

Como consecuencia de la operación, la Guardia Civil ha detenido a diez personas, entre ellos el jefe de la banda, formada por ocho hombres y dos mujeres, siete de ellos de nacionalidad española y el resto procedentes de Rumanía, Malí y República Dominicana.

La investigación comenzó a principios de este año a raíz del robo con fuerza en diversos establecimientos de telefonía móvil de Barcelona, donde los ladrones se hicieron con teléfonos de alta gama valorados en 45.000 euros.

A raíz de un robo perpetrado el pasado mes de septiembre en una tienda de telefonía de Pamplona, donde se apoderaron de 103 terminales de alta gama, ocho personas fueron detenidas como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza.

El coronel Francisco Barreiro ha explicado que "es una operación interesante porque comienza como un trabajo normal de un equipo de policía judicial y acaba pasando a otras provincias y convirtiéndose en un caso de droga a nivel europeo, porque parte de esa droga pasaba a llevarse a países como Italia".

Investigaciones posteriores permitieron desmantelar la mayor plantación de producción de alto rendimiento de marihuana de Cataluña, que iba a ser distribuida por Europa, especialmente, Reino Unido, Suiza e Italia.

La plantación estaba compuesta por tres naves industriales, dos de ellas utilizadas para la producción de marihuana y otra para su secado.

Aunque, a simple vista en el interior de la nave no se observaba ninguna plantación de marihuana, al registrar las oficinas la policía halló tras una estantería una puerta que daba acceso a una nave de más de 300 metros cuadrados con plantas de marihuana en una fase media-alta de producción.

La nave disponía de una gran cantidad de aparatos de aire acondicionado, ventiladores y focos de 600 vatios utilizados para acelerar el crecimiento y favorecer el incremento de la producción.

Anexa a esta nave había otra de similares características llena de plantas de marihuana en una fase de producción cercana ya a su recolección y apoyada por los mismos elementos de acondicionamiento y suministro energético.

Al final de esta segunda nave los agentes descubrieron una estancia utilizada para el secado de las plantas y su preparación y procesamiento para la venta final.

Responsables del suministro eléctrico constataron la manipulación del contador y estiman inicialmente el fraude del fluido eléctrico en unos los 60.000 euros.

Barreiro ha asegurado que el cultivo de marihuana "se está convirtiendo en un tema problemático", que se lleva a cabo en "naves industriales, bajos, incluso domicilios privados".