El guardia civil herido de bala en Muniesa por el Rambo de Requena no llevaba chaleco antibalas en el momento del ataque. Una medida de seguridad que habría evitado las importantes lesiones que sufre Juan Carlos Monterde en el abdomen y cuya ausencia podría responder a una decisión personal o a la falta de material en la unidad a la que pertenece. Un extremo que por el momento no ha trascendido y que volvería a poner sobre la mesa la histórica reclamación del cuerpo por falta de medios.

Este hecho recuerda también al triple crimen de Andorra en el que fueron asesinados por Ígor el Ruso el ganadero José Luis Iranzo y los agentes, Víctor Romero y Víctor Caballero, quienes sí llevaban chalecos, pero entonces fueron perforados. Hasta ocho impactos se contabilizaron, lo que llevó a la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) a pedir explicaciones al Ministerio del Interior.

No es el único detalle que recuerda a los sucesos de diciembre del 2017. En aquella ocasión un agente en prácticas fue uno de los que realizaron el levantamiento de los cadáveres de los agentes y ahora, en el tiroteo protagonizado por el Rambo de Requena, el compañero que patrullaba junto al agente herido también era un guardia civil novel.

Ellos forman junto a cuatro compañeros más el puesto de la Guardia Civil en Muniesa que pertenece al Núcleo Operativo de Utrillas (unidad que se forma a partir de la suma de los cuarteles de Muniesa, Utrillas, Montalbán y Aliaga para poder realizar labores de seguridad ciudadana ante la incapacidad de poder montar patrullas por sí solos). Muestra de la falta de agentes es que, según fuentes de la Benemérita consultadas, el puesto en el que está destinado el agente herido abre al público los lunes de 09.00 a 14.00 horas. Ello no significa que no realicen las labores propias las patrullas.

HOSPITALIZADOS

El guardia civil Juan Carlos Monterde y el Rambo de Requena continúan ingresados en la uci del hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza. Ambos fueron intervenidos quirúrgicamente y su evolución es favorable, salvo complicaciones.

Mientras, la Benemérita continúa investigando los hechos que desembocaron en un importante operativo policial que finalizó con la detención del fugitivo que había sembrado de miedo varios municipios de la Comunidad Valenciana. Fue reducido de un disparo en la pierna en un paraje en el que es habitual la caza de zorros. Curiosamente, el miembro del instituto armado que le disparó participó en la caza a Ígor el Ruso.

La Unidad de Policía Judicial también trata de reconstruir los últimos pasos del Rambo de Requena en la provincia de Teruel. Creen que pudo haber pasado varios días oculto en una casa de El Castellar antes de ser descubierto por un matrimonio de Zaragoza que había decidido ir a pasar unos días a su segunda residencia. Allí robó un vehículo con el que fue a Muniesa y fue interceptado por el agente herido.

VISITA DE LA DIRECTORA GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL

La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, visitó ayer al agente herido. Gámez se interesó por la salud del herido, que permanece ingresado en la UCI del Miguel Servet de Zaragoza, y conversó con su pareja sentimental.

A continuación, la directora general se desplazó al cuartel de Muniesa, donde está destinado el herido, para charlar con sus compañeros y agradecerles su trabajo. La visita terminó en torno a las 13.00.