La Guardia Civil identificó el domingo a los componentes del grupo Adebán, después de que estos interpretaran la canción Arriba, Abajo, con motivo del acto reivindicativo que se celebró en Canfranc para reclamar la reapertura de la línea férrea internacional. Se trata de una canción que se posiciona en contra de la monarquía y que Adebán lleva en su repertorio desde los años 70, pero que han ido adaptando con el paso de los años, incluyendo nuevas ideas y estrofas. La canción está basada en una jota castellana. Primero el protagonista fue el ahora rey emérito, Juan Carlos I, y ahora es su hijo Felipe VI. Además, en algunas versiones se menciona a Urdangarín y a la infanta doña Pilar.

La letra dice así:

Arriba, abajo,

que Felipe se busque un trabajo,

abajo, arriba,

no queremos a la monarquía.

Que si que, que no que,

que se vaya Juancar con su corte

que no que, que si que,

que se lleve también a Felipe.

Entre tropas y trompazos

y cacerías germanas

se ha hecho Juancar embajador

de la voz republicana.

Arriba, abajo,

que Felipe se busque un trabajo,

abajo, arriba,

no queremos a la monarquía.

Que si que, que no que,

que se vaya Juancar con su corte

que no que, que si que,

que se lleve también a Felipe.

Su yerno un-mangarín

figura del talón-mano

sigue la estela entre matas

de tan vivo soberano.

Arriba, abajo,

que Felipe se busque un trabajo,

abajo, arriba,

no queremos a la monarquía.

Que si que, que no que,

que se vaya Juancar con su corte

que no que, que si que,

que se lleve también a Felipe.

Pa repatar el Froilán,

también gusta de escopetas:

su abuelo le enseñará

a apuntar a la cabeza.

IZQUIERDA UNIDA SE SOLIDARIZA CON ADEBÁN

Según informa Efe, Izquierda Unida ha emitido un comunicado mostrando su solidaridad con los músicos aragoneses que muchos conocen como los Jesuses, ya que Adebán está integrado por Jesús Escartín, Jesús Bendicho, Jesús Lucea y Jesús Martín.

Además de identificarles, la Guardia Civil ha instruido un expediente informativo con motivo de la copla que el grupo musical interpretó a petición del público asistente a los actos convocados el domingo ante la Estación Internacional de Canfranc.

Según cuenta Jesús Escartín, la asociación Crefco -una de las organizadoras del acto reivindicativo de Canfranc- contrató a Adebán para que actuase. El grupo preparó un repertorio en el que no estaba incluida esta canción, pero al terminar mucha gente insistió para que cantaran Arriba, Abajo. “La gente cantó, bailó y disfrutó, lo pasaron en grande”, asegura Escartín.

Al terminar la canción comenzaron a recoger los instrumentos y fue entonces cuando se les acercaron los agentes de la Benemérita. “Vi cómo un sargento de la Guardia Civil le pedía el carnet de identidad a mi compañero Jesús Martín, e inmediatamente después nos lo pidieron a todos”, cuenta Escartín, y añade: “Le pregunté por qué lo hacía y me dijo que esa canción no se podía cantar porque atentaba contra la monarquía”.

Por ello, desde Izquierda Unida Aragón hacen un llamamiento a la ciudadanía a solidarizarse con Adebán porque consideran imprescindible expresar un rechazo unánime ante la "criminalización de la libertad de expresión".

Para el Coordinador de IU Aragón y diputado en las Cortes, Álvaro Sanz, lo que ha ocurrido responde a un nuevo episodio de “represión” y “ataque” a la libertad de expresión.

Caricatura de Philippe Guillén (Phillippe Pif) relativa a los hechos.

LA GUITARRA GUERRILLERA

Jesús Escartín asegura que han cantado la canción muchísimas veces, especialmente en las concentraciones a favor de la República que se celebran cada 14 de abril, y nunca les ha pasado nada, por lo que achaca la actuación de la Guardia Civil el domingo en Canfranc "a la Ley Mordaza". “No sabemos qué va a pasar ahora, si nos van a denunciar o dónde va a terminar esto. Es muy raro que hasta ahora nunca nos haya pasado nada y tenga que ser justo ahora”, sostiene.

El integrante de Adebán lleva desde primera hora de la mañana recogiendo muestras de solidaridad. Escartín es reconocido por ser una importante figura antifranquista aragonesa que siempre ha visto en la música una herramienta de protesta.

Nacido en Huesca en octubre de 1952, se dejó la piel y la voz sobre los escenarios a finales de los 70 cantando contra la base americana y el "desembarco" de la General Motors en Zaragoza, para después trabajar durante ¡35 años consecutivos en la planta de Figueruelas! Detrás de esta paradoja habita un activista de la cabeza a los pies con una historia que contar (y cantar) de esas que dejan boquiabierto.

Primero porque militó desde muy joven en el clandestino Partido Comunista de España (Marxista Leninista) PCE (M-L). Y después porque huyó del país a los 22 años, cinco meses antes de que muriera Franco y estando en pleno servicio militar.

Siempre unido a las causas más solidarias y sociales, sus armas son la voz y la guitarra. Desde los 16 años, cuando le fichó el grupo Los Colores como vocalista, estaba acostumbrado a actuar en público. Comenzó con la música ligera y terminó en la canción protesta. Eso estaba cantado, nunca mejor dicho, teniendo en cuenta las inquietudes sociales y políticas que amasó desde niños.

“En París, en los dos primeros meses de exilio, mi labor y la de otros compañeros consistía en cantar por las calles ante una bandera de la República española, para que la gente supiera lo que pasaba de verdad en España”, narra Escartín. Eso sí, pese a que su activismo era de baja intensidad no pudo evitar dar con los huesos en calabozos parisinos de baja temperatura.

Después viene el paso a Holanda por orden del partido para seguir haciendo proselitismo de la causa comunista y “reforzar la organización” en ese país, el regreso a España en la Navidad del 77, la persecución que sufrió por muchos de los suyos por no compartir los planteamientos más violentos del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), la paliza que le dieron precisamente como castigo una mañana camino del trabajo, suceso que terminó costándole el empleo…

Una vida de película que no se entiende sin la presencia de una guitarra cerca.

Nota: Philippe Guillén, francés descendiente de españoles, publicó en 2011 la biografía del dibujante español exiliado en Francia, José Cabrero Arnal. Cabrero Arnal fue el creador de Pif, uno de los iconos de la historieta francesa.